martes, 14 de enero de 2020

PSICOLOGÍA POSITIVA Y PSICOLOGÍA GNÓSTICA

Bucaramanga, 14 de enero de 2020

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

En 1998 el  psicólogo y escritor estadounidense Martin Seligman planteó la necesidad del nacimiento de un nuevo paradigma en psicología: este conocido investigador, tras destacar la necesidad de investigar de forma decidida los aspectos saludables del ser humano, propuso la creación de la Psicología positiva como corriente específica dentro de la Psicología.

La psicología positiva se encarga de estudiar las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas. En este sentido se puede decir que parte de la psicología gnóstica, siendo la psicología gnóstica anterior a la psicología positiva, tiene características similares a esta moderna corriente de la psicología. Efectivamente, una introducción general a ciertas plegarias gnósticas se inicia con la oración:

Que todos los seres sean felices, que todos los seres sean dichosos, que todos los seres sean en paz

Además, en una de sus formulaciones iniciáticas, los misterios gnósticos afirman contundentemente que la finalidad gnóstica es la felicidad de los seres humanos: la autorrealización gnóstica pone como objetivo la promoción del bienestar personal del individuo, centrándose en el estudio de sus debilidades (llamados defectos o yoes) mediante la ciencia del auto-conocimiento (mírate a ti mismo, haz examen de conciencia, observa tus defectos y corrígete) para eliminarlas por medio del desarrollo de sus potencialidades, fortalezas y virtudes (proceso conocido como creación de alma a partir de la Esencia Espiritual del ser humano, que es fundamentalmente Luz Creadora, fuente de vida en todas las dimensiones existentes en el espacio universal). A diferencia del proceso exclusivamente humano de la psicología positiva, lo cual no la hace menos extraordinaria y beneficiosa, la psicología gnóstica va más allá de la realización humana en su proceso de bienestar y felicidad ya que tiene un enfoque trascendente: la finalidad última de la psicología gnóstica es el dominio de la naturaleza inferior y de la florescencia de la superior para desplegar las facultades espirituales del alma mediante prácticas especiales que lo llevan al desarrollo y perfeccionamiento material, mental y espiritual.

La visión positiva de la psicología prestando cada vez mayor atención a las fortalezas, recursos y potencialidades para el crecimiento humano como componentes básicos del funcionamiento psicológico de las personas se ha convertido en el nuevo compromiso de empresas, entrenadores, coachs y educadores, como activos útiles para diseñar intervenciones eficaces que animan al desarrollo humano de los sujetos, modificando positivamente sus habilidades, sus capacidades, sus inteligencias múltiples y sus logros.

Es evidente que uno de los factores más influyentes en el proceso de la felicidad como seres humanos es la propia voluntad, esa facultad humana de decidir y ordenar la propia conducta por elección personal, sin precepto o impulso externo que lo obligue a ello. Las enseñanzas gnósticas actuales enfatizan claramente que los seres humanos estamos caracterizados por tres esferas de expresión vital: pensamientos, sentimientos y voluntad, y que las tres son modificaciones de la energía creadora a través de la máquina que es nuestro cuerpo y sus distintos órganos y sistemas. Así como la energía eléctrica produce diferentes efectos según el sistema que alimenta (luz, calor, color, sonido, movimiento…), la energía creadora se transforma en nosotros en pensamiento, sentimiento y voluntad.

El proceso transformador gnóstico exige el desarrollo de la voluntad consciente como primer paso, pues es la voluntad la facultad personal que nos permite ordenar y decidir sobre nuestros pensamientos y emociones para que nuestras acciones estén orientadas en la dirección que necesitamos para el logro de nuestros objetivos, sea en nuestra dimensión material, en nuestra dimensión mental o en nuestra dimensión espiritual. Estos tres mundos de la esfera de nuestra vida solo pueden ser transformados si desarrollamos una voluntad consciente que ordene nuestra propia conducta en la toma de decisiones correctas para el logro de nuestras metas.

En su obra El Matrimonio Perfecto, el maestro gnóstico Samael Aun Weor dice:

<<El estudiante gnóstico debe ser infinitamente paciente y tenaz porque los poderes cuestan mucho. Nada se nos da de regalado. Todo cuesta. Estos estudios no son para los inconstantes, ni para las personas de poca voluntad>>

El subrayado es mío, para resaltar la importancia de la voluntad en el trabajo psicológico y espiritual gnóstico. Evidentemente, las personas sin voluntad no podrán construir conscientemente la gestión y regulación de sus emociones y sus pensamientos, de forma que no serán dueñas de sus sentimientos y serán arrastrados por ellos en impulsos que no les conducirán al logro de sus metas. Una persona sin voluntad será inconstante y no será capaz de entregarse plenamente a la práctica de algún deporte, a interpretar algún instrumento musical, a leer y estudiar, a arreglar cosas, a realizar tareas cotidianas y trabajos manuales… porque no será capaz de utilizar sus habilidades, capacidades y fortalezas por falta de voluntad, lo que le impedirá obtener resultados que le produzcan satisfacción.

Si esto es así en el mundo cotidiano, ¿cómo creen que podrán acceder al mundo espiritual? Los jóvenes quieren encontrar el propósito de sus vidas, darle sentido a su existencia: el significado de la vida está relacionado con la experiencia de formar parte y estar al servicio de algo más grande que nuestra propia persona. En nuestra gnosis conocemos este propósito trascendente como “Sacrificio por la humanidad”. Es cuando utilizamos nuestras fortalezas para ponerlas al servicio de los demás y nos sentimos plenos y satisfechos de poder contribuir con otras personas, ofreciendo nuestro tiempo, nuestras habilidades y capacidades, nuestros conocimientos y nuestros talentos a otros.

La psicología gnóstica, además de ser una psicología positiva, es sobre todo el resultado directo de la experiencia de la gnosis, una experiencia que no encaja en ninguna formulación uniforme y dogmática, como si lo hacen las diferentes ortodoxias del mundo. Sin embargo, a pesar de no tener formulaciones dogmáticas, si existe una enseñanza común que refleja una experiencia gnóstica universal.

Mediante la experiencia gnóstica podremos construir un mundo más humano, los invito a todos y todas a estudiar esta enseñanza y a participar de esta experiencia para que tengan un feliz 2020 y una vida próspera en lo material y espiritual.

1 comentario:

  1. Su aporte señala la diferencia entre la especie humana y los sub-humanos. Voluntad y conciencia de sí mismo son facultades potenciales del ser humano. Entiendo que si logramos su pleno uso y dedarrollo elevaríamos nuestro nivel de Ser y por tanto de servicio a los demás. Me pregunto, por qué no las desarrollamos, qué hace que sean atractivas otras cosas. Las olvidamos como valores? O acaso su relevancia está en manos de que nos lo demuestren, nos empujen a usarlas o sencillamente dejamos todo en manos de los demás?. Es que el sistema educativo las ha desplazado por otros valores o aplazamos su aprendizaje y por consiguiente su uso? Es lo mismo voluntad consciente al término voluntad que todos creemos saber? Gracias por su análisis.

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