INTRODUCCIÓN AL GNOSTICISMO
La Meditación
Por Jorge Eduardo Medina Barranco
Rionegro, agosto 30 de 2013
Me encuentro en
Rionegro, Antioquia, en mi gira por Colombia dirigiendo talleres para trabajar
en el despertar de la propia conciencia con todos aquellos inquietos en querer
‘reprogramar’ su camino para conectar con su Espíritu Interior. La tercera
práctica gnóstica que comentaré en este escrito es la de la meditación.
En el mundo
antiguo que ya hemos mencionado (Una Mirada a la Antigüedad) surgió una práctica para la conexión con el
Ser Interior, que ha originado muchas variantes a lo largo de los siglos: la meditación.
La meditación no es sólo una práctica de propósitos religiosos, sino que
está también enfocada al mantenimiento de la salud física o mental. Pero, por
sobre todo, la meditación es una práctica fundamental si quieres realizar un cambio
radical, total y definitivo en ti mismo.
¿Cuántas veces has sentido que necesitas descansar del correr incesante de
la vida moderna? ¿Cuántas veces has querido salirte del ruido y entrar en el
silencio? pero tus pensamientos no paran de repetir cosas que ya no quieres
escuchar. Es muy común en nuestros días encontrarse tenso o malhumorado y no
saber qué hacer para aliviar la situación. Estamos viviendo una vida tan
acelerada y con tantas tensiones que cada día son más las personas que caen en
el tan temido estrés, mal común en nuestros días. La meditación es la
herramienta para salir de esos estados físicos y psicológicos indeseados.
El hombre moderno ha olvidado introducirse en sí mismo, ha olvidado ir al
lugar en donde está su mayor fortaleza y su fuente de sabiduría. La vida
moderna parece estar hecha para evitar, en todo momento, la mirada interna. Se
han alcanzado grandes logros en el campo de la tecnología pero no sabemos
introducirnos en nosotros mismos, no sabemos buscar la fuente que nos calma la
sed y nos da el equilibrio necesario para vivir mejor: nuestro propio Ser.
La gran aventura interna
comienza con la meditación. Esta es la puerta de entrada a los parajes secretos
de tu mundo interno. Es el método que te lleva al contacto con tu propia fuente
de vida. Cuando decides meditar, estás encaminándote al reino de la luz y del
amor, porque solo en lo profundo de tu corazón encontraras el equilibrio y la
felicidad que has estado buscando.
Esta técnica se explica según la corriente de pensamiento que la adopta,
pero en cualquier caso incluye un estado de atención concentrada, ya sea sobre
un objeto externo, sonido, pensamiento, la propia consciencia, o el propio
estado de concentración. Por ello, existe una amplia variedad de guías y
enseñanzas para la meditación, que van desde las que se presentan en las
religiones hasta las terapéuticas, pasando por las ideologías propias de
individuos que la enseñan como ´maestros’ de esa experiencia. Estudios
científicos actuales han demostrado que algunas técnicas de meditación pueden
ayudar a mejorar la concentración, la memoria, mejorar el sistema inmunitario y
la salud en general, disminuyendo el estrés y generando una sensación de paz y bienestar.
<< El secreto del Zen
consiste en sentarse, simplemente, sin finalidad alguna ni espíritu de
provecho, en una posición de gran concentración. Esta forma desinteresada de
sentarse se llama za-zen; za significa sentarse y zen
meditación, concentración… La práctica del za-zen es de gran eficacia para la
salud del cuerpo y del espíritu… >>
Las técnicas de
aproximación a la meditación varían desde las que se basan en observar la
respiración, en visualizar algún pensamiento positivo o imagen inspiradora, sobre
acontecimientos agradables o desagradables de la propia vida, en enfocar algún
objeto o imagen (como un mándala), o invocaciones. También existen las
meditaciones sin objeto, desenfocando la tensión mental.
Pero necesitamos
volvernos serios y dejar a un lado todas las tonterías que abundan en el pseudo-gnosticismo,
en la pseudo-religiosidad y en el pseudo-esoterismo barato.
Hay que saber ser profundamente
serios practicando la meditación para poder cambiar radicalmente si es que en realidad
de verdad queremos encontrar el conocimiento gnóstico.
Quien no
sabe meditar es superficial, es ignorante del camino de transformación interior,
no podrá eliminar las características psicológicas equivocadas que forman eso que se llama ‘ego’, raíz del indeseado egoísmo que abunda en el seno de
nuestras sociedades consumistas; quien no sabe meditar será siempre un leño
impotente entre el furioso mar de la vida.
Existe muchísima
literatura sobre la meditación, pero la mejor forma de aprender algo es
haciéndolo, así pues, la mejor forma de aprender a meditar es meditando. Los
invito a que se apunten en algún grupo de meditación, aprendan la técnica y la lleven
a su vida diaria meditando en el propio hogar.