martes, 10 de noviembre de 2015

DESARROLLO DE LA CONCIENCIA

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

10 de noviembre de 2015, Bucaramanga, Colombia

Hace ya prácticamente un año que no escribo en el blog. He estado dedicado a la construcción de nuevos Talleres y, sobre todo, un curso de Coaching Espiritual Gnóstico, que han ocupado todo mi tiempo, junto con las tareas ordinarias de reuniones online, personales y colectivas, además de conferencias y talleres que realizo como líder gnóstico y como profesional de Desarrollo Humano en diferentes ciudades. La cooperación de mi esposa Flor ha sido invaluable en el desarrollo de la parte práctica y dinámica de esos Talleres.
Para reiterarlo una vez más, en un sentido genérico, el DESARROLLO HUMANO lo he planteado como la adquisición de parte de los individuos, comunidades e instituciones, de la capacidad de participar efectivamente en la construcción de una civilización mundial que sea próspera tanto en un sentido material como espiritualmente; también debo decir que el DESARROLLO HUMANO, en el sentido que utilizo el término, sólo es posible cuando el individuo (yo como persona) logra un conocimiento más profundo de sí mismo, es decir, no tanto de forma externa como de sí mismo en el sentido psicológico, para erradicar de sus pensamientos y emociones aquellas respuestas no humanizadoras que surgen en la interrelación con el medio.
No me cansaré de repetir, porque es fundamental entenderlo, que el DESARROLLO HUMANO se centra en el DESARROLLO DE LA CONCIENCIA y los comportamientos que ese desarrollo produce en la persona.

Como escribió Jean Gebser

(Ver https://humanismoyconectividad.wordpress.com/2007/07/20/quien-fue-jean-gebser/ ):

«El necesario cambio del mundo y de la Humanidad no será operado por los intentos de reformar el mundo; los reformadores, en su lucha por un mundo mejor como ellos dicen, rehúyen la tarea de mejorarse a sí mismos; practican la vieja táctica, humana pero lamentable, de exigir a los demás lo que ellos no hacen por pereza; pero los éxitos aparentes que consiguen no les disculpan de haber traicionado no sólo al mundo sino a sí mismos.»
Se puede decir que la CONCIENCIA es el conocimiento que un ser tiene de sí mismo (valores, creencias, emociones, etc.) y de su entorno (personas, cosas, hechos). Es la percepción y comprensión clara de la información y de los hechos, tanto internos como externos.
Es una especie muy particular de "darse cuenta" uno, independientemente de su actividad mental, ante todo, de sí mismo: ¿Quién soy?, ¿Dónde estoy?, ¿Qué estoy haciendo? Y, más aún, darme cuenta de lo que sé, de lo que no sé, y así sucesivamente.
Y esa CONCIENCIA tiene, por consiguiente, grados.
Aprovechando el hermoso diagrama de la Evolución de la consciencia según Wilber, podemos hacer una comparación con la teoría platónica del conocimiento y su famoso ‘mito de la caverna’ (Ver https://www.youtube.com/watch?v=ffNbC0O5XCg) para obtener un diagrama del desarrollo de la conciencia según la propuesta que estudié hace 50 años en “El Matrimonio Perfecto” del maestro gnóstico Samael Aun Weor y mis reflexiones sobre el tema:
Habitualmente, el nivel de conciencia de las personas es relativamente bajo. La humanidad actual se desenvuelve en el nivel de ‘conciencia dormida’. Basta con ver las noticias de cualquier canal de televisión a nivel mundial, o las noticias de prensa sobre cualquier país del mundo, para darnos cuenta que la gente se desenvuelve en un mundo de fantasías y barbaries, de creencias y dogmas, enfrentados unos con otros como si fuesen especies antagónicas (depredadores y presas). Y en medio de eso, millones de seres clamando por un mundo más humano.
¿Cómo inicio mi proceso de humanización? ¿Cuál es un primer trabajo o ejercicio para ‘darme cuenta’? Observarme y observar el mundo. ¿Cómo agudizo mi observación interior? MEDITANDO.
¡Para elevar el nivel de conciencia es necesario agudizar el nivel de ATENCIÓN y CONCENTRACIÓN mediante la MEDITACIÓN!
Que Dios y los dioses te sean propicios en tu trabajo por el DESPERTAR.