domingo, 29 de abril de 2018

CONCIENCIA DEL BIEN: AUTOCONCEPTO

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

Bucaramanga, Colombia, 28 de abril de 2018

El primer componente de Yo Soy en el mundo es mi autoconcepto.

El autoconcepto es lo que uno opina de sí mismo, lo que uno cree que es, aunque lo que crea no se corresponda con la realidad.

Es decir, el autoconcepto es una creencia personal. Este concepto que uno tiene de sí mismo puede ser saludable o puede ser poco realista porque la persona tenga una creencia muy elevada sobre sí mismo, o al revés. Esta valoración que nos damos a nosotros mismos está relacionada con el autoconocimiento, que es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos. Cuanto menos me conozco menos cerca de la realidad sobre mí mismo está mi autoconcepto.

Para tener un buen autoconcepto es importante desarrollar conciencia para conocerse bien; si no me conozco bien mi autoconcepto puede estar distorsionado porque no observo la realidad de mí mismo.

En ocasiones podemos valorarnos de forma excesivamente positiva de manera que uno se convierte en persona narcisista (persona que siente una gran admiración por sí misma), o padece de grandiosidad, de delirio de grandeza como un gato que se creyera tigre; muchos narcisistas se creen con cualidades excepcionales, que están por encima de los demás, que son superinteligentes, superestupendos, o lo que sea, en una evidente distorsión del autoconcepto porque en realidad ninguna persona es tan excepcional que esté tan por encima de los demás seres humanos en todo. Lo cierto es que todos tenemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles.

Puede pasar lo contrario, que la persona sea tan autoexigente consigo mismo que nunca tienen bastante con lo que hace, nunca le parecen suficientes sus cualidades y siempre se exigen más y más y más. Este exceso de autoperfeccionismo puede construir un autoconcepto bajísimo o negativo porque la persona nunca acaba de estar satisfecha consigo misma, con lo que es o como se desempeña en sus tareas cotidianas, cayendo en una autovaloración excesivamente negativa y convirtiéndose en una persona derrotista o pesimista.

Es importante no caer en ninguno de los dos extremos porque ambos son perjudiciales para mí como persona y para mis relaciones sociales. Tener un autoconcepto saludable y lo más objetivo posible despertando conciencia sobre sí mismo (dentro de lo que cabe porque es una valoración subjetiva ya que soy yo mismo quien me evalúo), es muy importante para mis relaciones sociales y para conmigo mismo. Cuando tengo un autoconcepto más realista, me relaciono de una manera más sana con los demás. Por eso es importante en primer lugar conocerse bien a uno mismo.

¿Cuánto te conoces ti mismo? ¿Sabes cómo te perciben los demás? Una herramienta útil para este
autoconocimiento es utilizar la Ventana de Johari, un procedimiento de psicología cognitiva creada por los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham (de cuyos nombres se forma la palabra Johari) para ilustrar los procesos de interacción humana y que se utiliza generalmente en grupos de autoayuda y en ejercicios corporativos de dinámica de grupo con la intención de descubrir aspectos desconocidos de uno mismo. Es un método que nos ayuda a tomar conciencia de la realidad de uno mismos, es decir, nos ayuda a despertar conciencia.

Según los autores (Joseph Luft y Harry Ingham),  una alteración en uno de los cuadrantes de la Ventana de Johari produce alteraciones en los demás cuadrantes. El objetivo del trabajo psicológico sobre sí mismo con este modelo consiste en expandir el cuadrante denominado área libre, y este es un proceso de toma de conciencia que nos permite conocer nuestro ego y que, trabajando para eliminar de nuestro psiquismo los comportamientos egoístas (caracterizados por lo que llamamos “yoes” psicológicos), nos conduce al Despertar de la Conciencia.

En este trabajo psicológico con la Ventana de Johari hay varias maneras de expandir el área libre:

a. El área libre ganará espacio al área ciega, espacio señalado como (1), si la persona recibe retroalimentación del exterior (de otras personas).

b. El área libre ganará espacio al área oculta, espacio señalado como (3), si la persona toma conciencia y provoca la apertura hacia el exterior.

c. El área libre ganará espacio al área desconocida, espacio señalado como (2), como consecuencia del trabajo de los dos puntos anteriores.

Un pequeño ejercicio de aplicación de esta herramienta que nos ayuda en nuestro autoconocimiento y que les recomiendo que hagan es: pídele a tus padres, a tu pareja y a tus amigos que cojan un papel y te describan como ellos te ven. La primera curiosidad es que tal vez las descripciones serán diferentes: cada uno te ve de un modo distinto. Otra sorpresa es que dirán cosas que tú tal vez no identificas como tuyas, o no sabías que transmitías esa imagen o que los demás te ven de diferentes maneras a cómo tú mismo te percibes. Este ejercicio de solicitar a las personas cercanas que te describan te sirve para iluminar un poco tus propias zonas de sombra y conocer tus puntos débiles, no con el fin de reprenderte o reñirte a ti mismo sino con el objetivo de mejorarte a ti mismo, y de prosperar y crecer psicológica, emocional, material y espiritualmente.

Es interesante destacar que la Ventana de Johari es una herramienta que trabaja las percepciones de los demás sobre ti, y por lo tanto es una opinión que está acompañada de una alta dosis de subjetividad. Lo importantes es que puede ayudarnos a conocer nuestras debilidades y nuestras fortalezas. Si no conocemos cuáles son nuestras debilidades, no podemos convertirlas en algo positivo o mejorar las áreas de nuestras debilidades. Sería interesante que hicieras este ejercicio y nos contaras a través de esta página si descubres zonas oscuras que no conocías de ti mismo.

Para tener confianza en uno mismo ante determinadas situaciones hay que poseer un modelo ajustado de uno mismo, conociendo nuestras capacidades y limitaciones, a la vez  que convencerse de las propias capacidades y potencial que cada uno posee. Así que una de las tareas más importantes a las que nos enfrentamos en nuestras vidas es la de conocer y comprender quiénes somos y conocer y comprender las cualidades que nos diferencian y nos asemejan a los demás.

Normalmente pensamos, sentimos y hacemos aquello que creemos que somos y aquello para lo que creemos que poseemos cualidades, de manera que cuanto mejor es el conocimiento que poseemos sobre nosotros mismos, más predecibles y, por lo tanto, controlables serán nuestras reacciones ante sucesos imprevistos.

El Autoconcepto es el factor más importante del Yo Soy porque de él depende que sentimos de nosotros mismos y como nos comportamos en nuestras relaciones con el mundo