miércoles, 5 de septiembre de 2018

CONCIENCIA DEL BIEN: AUTOCONFIANZA


Bucaramanga, Colombia, 4 de septiembre de 2018

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

El tercer componente de Yo Soy en el mundo es mi autoconfianza.

Por definición, la autoconfianza es la confianza en uno mismo, es decir, la seguridad en uno mismo o
en las propias cualidades: es la esperanza firme o seguridad que se tiene en que uno va a actuar con decisión y valor con el convencimiento íntimo de que uno es capaz de realizar con éxito una determinada tarea o misión, o bien elegir la mejor alternativa cuando se presenta un problema, tomando la decisión más adecuada. Es confiar en que en general se va a salir airoso de una situación, por difícil que parezca. Desde luego, esto no se refiere a actuar con temeridad o imprudencia en cualquier situación, sino a proceder con el suficiente conocimiento de sí mismo para saber que esa situación o problema que tengo que gestionar y resolver, tengo la capacidad propia para salir exitoso.

DIMENSIONES DE LA AUTOCONFIANZA

En la autoconfianza debemos considerar varios aspectos.

Un primer aspecto es la capacidad de actuar con independencia del juicio de los demás, es decir tener fe en que, aunque los demás no estén de acuerdo o incluso se opongan, se va a seguir adelante con el proyecto elegido. Claro que, ante todo, debemos confirmar que nuestro proyecto no es una fantasía irrealizable, o una temeridad o imprudencia como hemos mencionado anteriormente; este análisis reflexivo es parte importante de nuestra autoconfianza, para no conducirnos al fracaso por no saber medir nuestras capacidades.

Otro aspecto importante es la capacidad de expresar los puntos de vista y opiniones propios, aun cuando las demás opiniones sean adversas. La persona tiene la suficiente confianza en que lo que dice es por lo menos tan valioso como los puntos de vista ajenos, aceptando también que puede haber otros puntos de vista valiosos o que complementan lo que él está expresando.

También debemos considerar la sensación interna de que como persona se es valioso, y que se poseen capacidades y habilidades en un nivel más o menos similar a los demás. Este aspecto es importante porque genera una autoestima sólida, que no está condicionada por los demás, y por tanto no anda buscando a cada rato aprobación de ellos.

CAUSAS FRECUENTES DE ESCASA AUTOCONFIANZA

La autoconfianza comienza a desarrollarse ya desde la niñez, pero es un rasgo cuyo desarrollo puede estancarse por diversas causas. Sin embargo, como es un talento natural del ser humano, siempre se puede desarrollar o incluso mejorar si la persona pone empeño. Lo opuesto, la falta de confianza en sí mismo, es una debilidad que le impide a la persona tomar decisiones o enfrentar situaciones que los demás consideran que podría enfrentar con éxito; y esto es importante, porque se trata de hacer algo para lo cual esa persona está preparada según el juicio de los demás, pero por su inseguridad no se atreve.
Una de las causas más frecuentes de esta escaza autoconfianza es creer que la propia conducta está regulada más por factores externos que por uno mismo, y por tanto se ven las cosas como incontrolables. También genera escasa autoconfianza la equivocada costumbre de hacerse responsable sólo de lo malo que le sucede, y nunca de lo bueno.

¿CÓMO MEJORAR NUESTRA AUTOCONFIANZA?

Poseer las cualidades propias de la autoconfianza hace que la persona segura de sí misma sea capaz
de afrontar desafíos y asumir riesgos, de jugársela por lo que cree o lo que siente justo. Esto permite que sus posibilidades de vivir nuevas experiencias se vean acrecentadas, permitiéndole un mayor crecimiento personal, y también un nuevo reaseguramiento de su forma de conducirse. En otras palabras, le refuerza sus sentimientos de seguridad personal y autoconfianza.

Un pilar fundamental a la hora de tener confianza en nosotros mismos es el autoconocimiento. Como se explica en https://www.significados.com/autoconocimiento/ , el autoconocimiento es un proceso introspectivo de reflexión en el cual una persona adquiere noción de su yo, de lo que lo caracteriza, de sus cualidades y defectos, de sus limitaciones, necesidades, aficiones y temores. En psicología y ámbitos de desarrollo personal es un concepto muy usado, y en la milenaria doctrina gnóstica es considerado el principio fundamental para el desarrollo espiritual del ser humano; de hecho, en su Extractos de Teódoto, Clemente de Alejandría (En torno a 150, Atenas – 215, Palestina), tratando de refutar textos de la escuela gnóstica de Valentín (Maestro gnóstico egipcio, se ignora la fecha de su nacimiento – Fallecimiento 160, en Chipre), expone una muy antigua afirmación gnóstica:

Lo que nos hace libres es la gnosis de quiénes somos, de lo que hemos llegado a ser, de dónde estábamos, …”

Los Coaches utilizamos una técnica poderosa para el autoconocimiento integral y que fue originalmente propuesta por Albert S. Humphrey durante los años sesenta y setenta en los Estados Unidos durante una investigación del Instituto de Investigaciones de Stanford que tenía como objetivo descubrir por qué fallaba la planificación corporativa. Este recurso, conocido en inglés como SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats) produjo una revolución en el campo de la estrategia empresarial; en español se conoce como análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) y otros nombres según el orden de las palabras. En los procesos de coaching, además de en los procesos empresariales, lo utilizamos como Análisis DAFO personal. Los aspectos de autoconocimiento en este análisis los denominamos variables internas y se centran fundamentalmente en el análisis de uno mismo para conocer bien nuestras Fortalezas y Debilidades, e incide en nuestros aspectos tanto intelectuales y racionales como emocionales, proporcionándonos un mayor autoconocimiento, lo cual nos permite mejorar en el ámbito personal y profesional.

Para mejorar nuestra autoconfianza, además del Análisis DAFO personal, es conveniente realizar una serie de cambios personales que empiezan con el eliminar el “no soy capaz de” hacer, o de aprender o de lograr… Es decir, no ser pesimista, ni fatalista, creyendo que lo que no funcionó en el pasado ya no funcionará: El pasado ya pasó y si cambias en el aquí y en el ahora, contribuyes de manera significativa a tu destino. Más bien trata de ser realista aceptando tu cuota de responsabilidad en tus éxitos y en tus fracasos, y no vivas recordando lo malo, porque la visión negativa de uno mismo y la baja autoconfianza se alimentan, principalmente, de los recuerdos.

Revisa tus metas: ¿tienes claro lo que quieres? Si no lo tienes, revisa tus sueños, tus ilusiones, tus
objetivos; si eso lo tienes claro, revisa si lo estas consiguiendo. Que no lo estás consiguiendo, revisa lo que estás haciendo hasta que descubras que te impide avanzar en tu logro (los Coaches somos expertos en esta ayuda, si puedes contratar uno personal no dudes en hacerlo porque te ahorrará mucho tiempo y contratiempos).

Que sí estas consiguiendo lo que quieres, pues nada, ¡sigue adelante! Porque todo lo anterior son condiciones necesarias, pero no suficientes: tienes que ponerte manos a la obra y arriesgarte. Es fundamental que te animes a dar el paso, a actuar para alcanzar tus metas, a tener la confianza en ti mismo de que puedes andar el camino y alcanzar lo que quieres.

Como estrategia de trabajo para mejorar nuestra autoconfianza, una de las maneras más sencillas y eficaz es proporcionarse uno mismo experiencias de éxito y eso se logra de varias maneras:

             Realizando actividades para las cuales tengamos especiales capacidades como deportes, pasatiempos favoritos, juegos, tareas y trabajos que no se nos dificulten, etc.
             Graduando la dificultad de las tareas a las que hacemos frente, es decir, comenzar por las más sencillas e ir subiendo en dificultad y, luego, aplicar el principio de "dominio-avance", o sea, no pasar al siguiente escalón si no se ha dominado el anterior, como una bailarina, o un deportista, o un profesional de un arte, oficio o estudios, que lo ha hecho paso a paso, a veces desde la niñez.
             Valora lo que vas consiguiendo y alégrate y felicítate por lo que has logrado.

Hay gentes que creen que no tienen la capacidad de lograr la confianza en sí mismos, pero lo cierto es que con un poco de esfuerzo, perseverancia y valoración de sí mismo cualquier persona podría comenzar a construir y cultivar hoy mismo su autoconfianza.

En los diferentes centros y actividades que se promocionan en este blog, se educan los tres aspectos del Yo Soy en la propia vida cotidiana, no como una teoría filosófica o una definición teórica, sino como un proceso de entrenamiento y aprendizaje, que se sitúa en la esfera de la acción y de la aplicación que te ayudará a que obtengas resultados positivos en todos los aspectos de tu vida, profesión, empresa o negocio. A través de este proceso, podrás profundizar en tu propio conocimiento, aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de vida. Anímate y participa de ellos en tu ciudad, o ayúdanos a desarrollar un centro de desarrollo personal del Ser en tu localidad.