jueves, 11 de junio de 2020

GNOSTICISMO, LA SABIDURÍA DEL CONOCIMIENTO INTERNO 5

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

Bucaramanga, 11 de junio de 2020

Hermann Karl Hesse (Calw, Reino de Wurtemberg, Imperio alemán, 1877 – Montagnola, Suiza, 1962) fue un poeta, novelista y pintor suizo nacido en Alemania. En sus obras explora la búsqueda individual de autenticidad, autoconocimiento y espiritualidad. En 1946, recibió el Premio Nobel de Literatura.

Hesse creció en un hogar pietista de Suabia, un movimiento dentro del luteranismo que combina su énfasis en la doctrina bíblica con el reformado de la piedad individual y el vivir una vida cristiana vigorosa, con la tendencia de aislar a los creyentes en grupos pequeños y profundamente reflexivos. Desde la infancia, Hesse fue testarudo y difícil de manejar para su familia. En una carta a su esposo, la madre de Hermann, Marie, escribió: "El pequeño tiene una vida en él, una fuerza increíble, una voluntad poderosa y, para sus cuatro años de edad, una mente verdaderamente asombrosa. ¿Cómo puede expresar todo eso? Realmente roe mi vida esta lucha interna contra su temperamento tiránico, su apasionada turbulencia [...] Dios debe dar forma a este espíritu orgulloso, entonces se convertirá en algo noble y magnífico, pero me estremezco al pensar en lo joven y apasionado que es, y en la persona que podría convertirse en caso de que su educación sea falsa o débil"

El abuelo de Hermann Hesse, Hermann Gundert, misionero, erudito, lingüista, doctor en filología y fluido en varios idiomas, alentó al niño a leer ampliamente, dándole acceso a su biblioteca, que estaba llena de obras de literatura mundial. Todo esto inculcó una sensación en Hermann Hesse de que era ciudadano del mundo. El joven Hesse compartió un amor por la música con su madre, la que además escribió poesía, y su padre era conocido por su uso del lenguaje tanto en sus sermones como en la escritura de tratados religiosos.
En 1881, cuando Hesse tenía cuatro años, la familia se mudó a Basilea, Suiza, donde permaneció durante seis años y luego regresó a Calw, su ciudad natal. Entre 1889-1890 decidió que quería ser escritor. Después de una exitosa asistencia a la Escuela Latina en Göppingen, Hesse ingresó al Seminario Teológico Evangélico de la Abadía de Maulbronn en 1891, y allí se mostró su carácter rebelde y comenzó su paso por varias instituciones y escuelas y experimentó intensos conflictos con sus padres, quienes finalmente lo colocaron en una institución mental en Stetten-im-Remstal, y luego en una institución para niños en Basilea. Como a los 16 años comenzó a pasar tiempo con compañeros mayores y comenzó a beber y fumar.

En 1895, Hesse comenzó a trabajar en la librería en Tübingen, que tenía una colección especializada en teología, filología y derecho. Después del final de cada jornada laboral, Hesse leía y pasó sus largos y ociosos domingos con libros en lugar de amigos. Hesse estudió escritos teológicos y luego Goethe, Lessing, Schiller y la mitología griega. También comenzó a leer a Nietzsche en 1895, y las ideas de ese filósofo tuvieron una gran influencia en la mayoría de sus novelas. Posteriormente, estudió las obras de los románticos alemanes, incluyendo gran parte del trabajo de Clemens Brentano, Joseph Freiherr von Eichendorff, Friedrich Hölderlin y Novalis.

Desde finales de 1899, Hesse trabajó en una distinguida librería de antigüedades en Basilea y, a través de contactos familiares, se quedó con familias intelectuales de Basilea, entorno que le ofreció ricos estímulos para sus actividades, y se desarrolló aún más espiritual y artísticamente.

Basilea ofreció al solitario Hesse mejores recursos y muchas oportunidades para retirarse a una vida privada de autoexploración artística, viajes y andanzas. Este cambio de vida le ofreció más oportunidades de publicar poemas y pequeños textos literarios en revistas que empezaron a proporcionarle honorarios. En 1904 se publica su primera novela: Peter Camenzind. Esta obra contiene una serie de temas que preocuparon al autor en muchas de sus obras posteriores, especialmente la búsqueda individual de una identidad espiritual y física única en medio de la vorágine de la naturaleza y la civilización moderna, y el papel del arte en la formación de una identidad personal. La novela se hizo tan popular en toda Alemania que Sigmund Freud elogió a Peter Camenzind como una de sus lecturas favoritas, y la popularidad le ofreció a Hesse la oportunidad de ganarse la vida como escritor.

Este cambio personal le permitió formar familia y establecerse en Gaienhofen, en el lago Constanza, lugar donde se despertó el interés de Hesse por el budismo. En esa misma época, Arthur Schopenhauer y sus ideas filosóficas comenzaron a recibir atención nuevamente de Hesse, que además descubrió la teosofía. Schopenhauer y la teosofía renovaron el interés de Hesse en la India, y en 1911 se fue para un largo viaje a Sri Lanka e Indonesia. También visitó Sumatra, Borneo y Birmania, pero no encontró la inspiración espiritual o religiosa que estaba buscando; sin embargo, el viaje causó una fuerte impresión en su obra literaria futura.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, en 1914, Hesse se presentó como voluntario en la embajada de Alemania. Sin embargo, declarado no apto para el combate fue destinado en Berna para asistir a prisioneros de guerra en su embajada. Desde allí, Hesse hizo un llamamiento a sus colegas intelectuales para que no cayeran en la locura y el odio nacionalistas:

<<El amor es más grande que el odio, la comprensión más grande que la ira, la paz más noble que la guerra, esto es exactamente lo que esta impía Guerra Mundial debería grabar en nuestros recuerdos, como nunca antes>>

Este escrito lo lanzó en medio de un conflicto político serio, atacado por la prensa alemana, y distanciado de viejos amigos.

Esta controversia pública aún no se había resuelto cuando una crisis personal más profunda afectó a Hesse: murió su padre en 1916, su hijo Martin sufrió una grave enfermedad y su esposa sufrió de esquizofrenia. Se vio obligado a abandonar su servicio militar y comenzar a recibir psicoterapia, lo cual le generó interés en el psicoanálisis y llegó a conocer personalmente a Carl Jung, acontecimientos de su vida que lo llevaron a nuevas alturas creativas y escribió su novela Demian; esta novela, publicada en 1919, se centra en el crecimiento psicológico y moral del protagonista, desde la juventud hasta la edad adulta, período de vida en el que el cambio de carácter es importante.

La trama de la novela Demian trata sobre la vida de ‘Emil Sinclair’, un niño criado en un hogar de clase media, en medio de un mundo de luz y de ilusión. Toda la existencia de Sinclair puede resumirse como una lucha entre dos mundos: el mundo de la ilusión (relacionado con el concepto hindú de maya) y el mundo real, el mundo de la verdad espiritual. Acompañado y motivado por su misterioso compañero de clase y amigo ‘Max Demian’, se aleja de las ilusiones y se rebela contra los ideales superficiales del mundo de las apariencias, para finalmente despertar en una realización de sí mismo.

Demian está repleto de arquetipos y simbolismos junguianos de influencia gnóstica. Uno de los temas principales es el de la dualidad: la existencia de fuerzas opuestas y la idea de que ambas son necesarias, lo cual se refiere a la idea del gnosticismo, particularmente al dios Abraxas [1] , que muestra la influencia de la psicología de Carl Jung en esta  obra de Hesse que, según él, es una historia de individuación en un proceso de apertura a la inconsciencia hasta lograr la Iluminación espiritual. La deidad gnóstica Abraxas se usa como símbolo en todo el texto de la novela, representando la interdependencia de todo lo que es bueno y malo en el mundo. Demian argumenta que Jehová, el Dios judío, es solo una cara de Dios; gobierna sobre todo lo que es saludable, pero hay otra mitad del mundo que no es saludable, y un Dios Infinito, Abraxas, debe abarcar ambos aspectos del mundo.

En 1922, Hesse presentó su novela Siddhartha, una novela que trata sobre el viaje espiritual de autodescubrimiento de un hombre llamado Siddhartha durante el tiempo del Buda Gautama, obra que mostró el amor por la cultura india y la filosofía budista que Hesse había desarrollado anteriormente y que se convirtió en una de las novelas occidentales más populares ambientadas en la India. En 1923, Hesse recibió la ciudadanía suiza. En 1946 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. En su tiempo, Hesse fue un autor popular e influyente solo en el mundo de habla alemana; la fama mundial solo llegó más tarde, cuando las obras de Hesse se convirtieron repentinamente en éxitos de ventas en los Estados Unidos debido a su asociación con algunos de los temas populares del movimiento hippie de los años sesenta. En particular, el tema de la búsqueda de la iluminación de Siddhartha, Viaje al Este, y Narciso y Goldmund. En un espacio de solo unos pocos años, Hesse se convirtió en el autor europeo más leído y traducido del siglo XX, y especialmente popular entre los lectores jóvenes, una tendencia que continúa hoy. De las obras de Hesse, en la década de 1980 leí Siddhartha, además de Lobo Estepario, una obra a la que se le atribuyeron ciertos aspectos psicodélicos.

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[1] Abraxas era el nombre del Dios que representaba el Bien y el Mal, un término usado por los basilideanos, una comunidad gnóstica del siglo II, para nombrar al Ser Supremo. El fundador de los basilideanos fue el maestro gnóstico Basílides de Alejandría; sus discípulos decían que había recibido sus doctrinas esotéricas de Claucias, un apóstol de San Pedro


miércoles, 15 de abril de 2020

GNOSTICISMO, LA SABIDURÍA DEL CONOCIMIENTO INTERNO 5

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

Bucaramanga, 15 de abril de 2020

El Coronel Dr. Arnold Krumm-Heller (1876, Salchendorf, Alemania – 1949, Marburg, Alemania) fue un médico, militar, escritor, ocultista, masón, y fundador de la Fraternidad Rosacruz Antigua (F.R.A.). También fue un agente de la inteligencia naval alemana durante la revolución mexicana y la Primera Guerra Mundial. Como escritor publicó varios libros esotéricos, 25 novelas, libros de historia, biografías, así como innumerables artículos en su revista Rosa Cruz y publicaciones similares.

«Arnold Krumm-Heller (1876-1949) fue el primero de los ocultistas en realizar una producción original de las corrientes esotéricas modernas con relación a los temas y problemas específicos de la historia mexicana y latinoamericana. Su F.R.A., fundada hacia 1927, fue una organización pensada para operar únicamente en países de habla hispana y portuguesa –proclamándose “Soberano Comendador para España, América Latina, Antillas y Filipinas”–, con la cual se relacionaron en la época importantes militares, artistas e intelectuales latinoamericanos que compartían una preocupación por construir nuevas identidades culturales para las naciones emergentes del continente. A pesar de cierta atención académica dedicada a este influyente personaje del esoterismo latinoamericano en los últimos años, poco es lo que se conoce aún con certeza, entre otras razones por el carácter fragmentario e internacional de las fuentes, los diversos relatos construidos a lo largo de los años y debido al carácter secreto de sus actividades por parte doble en tanto esoterista y espía [1] »

Krumm-Heller fijó con precisión los límites de lo que se entiende hoy por «esoterismo occidental», expandiéndolo geográficamente hacia Latinoamérica. Y, desde el punto de vista doctrinario, agregando tradiciones originarias de Latinoamérica al conocimiento esoterista europeo.

Krumm-Heller pertenecía a una familia emigrada a México en 1823 para laborar en la minería. Su bisabuelo minero Karl Bartholomaeus Heller había recorrido México entre 1845 y 1848 con la intención de recolectar y estudiar plantas americanas, y publicó sus impresiones en Leipzig en 1853 bajo el título de Viajes en México. Según relató en su autobiografía Krumm-Heller, impresionado por estas cartas decidió viajar hacia Latinoamérica partiendo en febrero de 1893, dos meses antes de cumplir los 17 años, desde Hamburgo hacia Chile donde vivían parientes de su padre, y fue el inicio de una aventura espiritual que lo convirtió en puente y motor del esoterismo latinoamericano.

En Chile tuvo su primer contacto con el esoterismo a través del espiritista francés Léon Denis [2]  –que viajaba por Latinoamérica en esos años–, con quien estudió espiritismo y teosofía, y publicó una primera revista sobre estas corrientes, El Reflejo Astral. Desde Chile comienza a leer obras de ocultistas eminentes como Gerard Encausse "Papus", Eliphas Levi, Estanislas de Guaita, estudia la vida y obra de Claude de Saint Martin y de Martínez de Pasquallys. Con lo aprendido sobre el mundo ocultista francés le escribió a Papus [3] , quien le remitió a Buenos Aires para encontrarse con el delegado general para América del Sur del Grupo de Estudios Esotéricos y de la Orden Martinista, el oficial y médico del ejército argentino Dr. Henri Girgois, que fue quien le inició en el martinismo. En Chile se casó con su primera esposa, Rita Aguirre Valéry, hija de diplomáticos chilenos y posteriormente abrió una clínica en Santiago.
Tras viajar por Latinoamérica y estudiar plantas y culturas originarias, manifestó ser iniciado por indígenas en Cuzco y tener una experiencia mística, adoptando el nombre espiritual del dios andino Huiracocha, denominación con la que sería conocido en ámbitos esotéricos y públicos. El Maestro Huiracocha (Arnoldo Krumm-Heller) es uno de los Grandes Iniciados de todos los tiempos.

En México Krumm-Heller estudió arqueología y mitos prehispánicos y se radicó definitivamente en éste país en 1904. En el período de 1905 a 1913 se convirtió en el esoterista y médico personal de Francisco Madero [4] a través de dos actividades complementarias que requerían secretismo máximo, el espionaje y el esoterismo.

En 1906 tuvo Krumm-Heller su primera misión política importante, cuando Porfirio Díaz [5]  lo envió como auxiliar del general Jerónimo Treviño a Europa, donde se entrevistó con el director del Grupo Krupp, el consorcio empresarial más grande y poderoso de Alemania y productor de las armas de todas las guerras europeas hasta 1945. Posteriormente fue a París a estudiar medicina con Papus y con el neurólogo Jean-Martin Charcot. Desde entonces, diplomacia, política y ocultismo serían ocupaciones inseparables y complementarias de Krumm-Heller, utilizando las redes políticas para armar su organización esotérica y los contactos ocultistas para su tarea de propaganda maderista y carrancista.

Estando en París, recibió cartas acreditativas de los principales ocultistas de la época para establecer instituciones esotéricas en Latinoamérica: el 13 de marzo de 1908 Papus lo nombró «Delegado General para Chile, Perú y Bolivia» de la Orden Martinista, reemplazando en esto a Girgois en Buenos Aires. Y dos días después recibió otra acreditación de la fraternidad masónica de Theodor Reuss y Henry Kleincomo como «Gran Representante General para México del Soberano Santuario del Antiguo y Primitivo Rito de Memphis-Misraim».

Al regresar a México, ingreso en la Royal Lodge: teutones No. 13 del Rito Alemán de Schroeder de siete grados, logia exclusiva para inmigrantes de Alemania y que, ocasionalmente, aceptaba visitas de altos personajes del mundo político, comercial, cultural, social y masónico mexicano, trabajando entonces con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAyA) y ocultando el Rito Alemán. Krumm-Heller llegó a ser Gran Maestre de la Masonería Valle de México y buscó institucionalizar su organización esotérica en México a través de la masonería irregular del rito de Menfis-Misraim. Posteriormente, al crear la F.R.A., la dirigiría desde su Summum Supremum Sanctuarium, ubicado en su propia casa-templo en Berlín, donde vivía con su familia.

Aparte de los ritos masónicos de Menfis-Misraim, un aspecto de suma importancia que Krumm-Heller tomó de la O.T.O. fue la magia sexual. La O.T.O. no sólo ofrecía los grados masónicos de Menfis-Misraim, sino que tenía un «triángulo interno» con los supuestos secretos de la magia sexual, una combinación de las técnicas del Tantra obtenidas del Oriente con los rituales y prácticas sexuales de Pascal Beverly Randolph, fundador de la Fraternitas Rosae Crucis, una de las más antiguas organizaciones rosacruces de la época moderna. De hecho, la Fraternitas Rosae Crucis afirma ser la única organización rosacruz auténtica en América, tanto que uno de sus “Supremos Grandes Maestros”, Reuben Swinburne Clymer, tuvo conflictos de interés con otra organización rosacruz estadounidense, la AMORC, explicando lo que según su opinión constituía el carácter "irregular" de la AMORC y relacionándola con la O.T.O. y en particular con el polémico ocultista Aleister Crowley.

Según escribe en “Arnold Krumm-Heller y el esoterismo en América Latina”, el filósofo argentino Mariano Villalba [6]  (historiador de religiones y esoterismo y Becario de Excelencia del gobierno suizo en la  Universidad de Lausana, Facultad de Teología y Ciencias de las Religiones):

«En la biblioteca de Francisco Madero se encuentra «No fornicarás. ‘Instrucciones sólo para ocultistas’, dedicado al «Maestro Masón y poderoso hermano Francisco I. Madero, con los respetos de Huiracocha». Krumm-Heller mismo enseña al iniciado técnicas de magia sexual «consistentes en detener el acto sexual antes de alcanzar el orgasmo para elevar y materializar el semen-deseo en el plano astral, debiendo practicarse sólo con una mujer con la que se esté conectado espiritualmente y “no fornicar”, es decir, no malgastar este valioso poder seminal por puro placer sexual con cualquier mujer».

Las prácticas de magia sexual de Krumm-Heller son sustancialmente diferentes a las de Pascal Beverly Randolph, para quien tanto hombre como mujer debían tener un rol activo y alcanzar ambos el orgasmo, según dice Hugh Urban en The yoga of sex [7]  . Para Krumm-Heller en cambio sólo es el semen el vehículo astral y el hombre el hacedor de la magia. El fin del ritual sexual de Krumm-Heller es el mismo que el de la O.T.O., convertirse en dios u obtener algún fin mundano práctico, pero se diferencia también de éste en el sentido de que no busca la liberación sexual ni la violación exagerada de convenciones sociales sino la moderación, más a tono con la moral imperante a principios del siglo XX.

Estas enseñanzas de magia sexual las retomaría y profundizaría posteriormente su discípulo colombiano Víctor Manuel Gómez Rodríguez, conocido esotéricamente como maestro Samael Aun Weor [8] , quien fundó su propio Summum Supremum Sanctuarium en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, en terrenos que eran de campesinos que les presentó el que sería su más alto discípulo e iniciado, y cofundador del Movimiento Gnóstico, Julio Medina Vizcaíno (conocido esotéricamente como maestro Gargha Kuichines, quien le dio el apoyo económico inicial y publicó y distribuyó gratuitamente sus primeros libros entre sus conocidos esoteristas de Centro y Sur América, y que lo apoyó toda su vida hasta la muerte de Víctor Gómez. Sin Gargha Kuichines, la doctrina de Samael Aun Weor no habría sido tan conocida como lo es hoy día. Ambos fueron mis maestros.) [9]
Como comenté anteriormente, las actividades políticas y esotéricas fueron indisociables en la vida de Krumm-Heller y tomó parte en la Revolución maderista y más tarde en el bando constitucionalista con Venustiano Carranza [10] . De hecho, participó de la histórica toma de Ciudad Juárez del 10 de mayo de 1911 y en la toma de Matamoros el 9 de agosto de 1913, y como teniente coronel médico en diversos hospitales. Estos contactos militares le sirvieron posteriormente a Krumm-Heller para levantar su organización rosacruz desde Europa.

El 21 de agosto de 1920 Krumm-Heller fue dado de baja del cuerpo médico militar por extranjero y se le concedió licencia ilimitada. Desde entonces, pasó la mayor parte del tiempo en Europa. Primero, en España –hasta el ascenso de Franco– y, luego, en su casa de Berlín, desde donde se ocupó de organizar su institución esotérica en Latinoamérica y se volcó de un modo más completo a la actividad esotérica, a la que había dedicado su mayor atención realizando estudios de espiritismo, gnosis, teosofía, ocultismo, martinismo e iluminación espiritual, a lo largo de su vida, tal como él mismo lo describe en su autobiografía.

En mayo de 1924 partió desde el puerto de Hamburgo para comenzar su gira ocultista por Latinoamérica con el objetivo de participar él mismo en la fundación de las logias, usualmente en las capitales. Entre sus discípulos contó con el artista plástico argentino Xul Solar y el poeta mexicano Amado Nervo, amigo personal de Krumm-Heller. El caso más problemático fue el de Bogotá. El 27 abril de 1928 fundó la logia Ramussen en esa ciudad, donde se publicó la revista Rosa Cruz a partir de 1934. El líder de la logia de esa ciudad, Israel Rojas Romero, abandonó al ocultista alemán por otro personaje que decía estar instruido por mahatmas del Tíbet, Omar Cherenzi, a quien Krumm-Heller acusó de mago negro mientras que el presunto tibetano a Krumm-Heller de propagandista nazi en España.

Entre marzo de 1929 y abril de 1930, Krumm-Heller recorrió prácticamente todos los países de Latinoamérica en un ciclo de conferencias. Esta gira coincidió con la de Jinarajadasa, quien también estuvo en 17 países de Latinoamérica enviado por la Sociedad Teosófica con el fin de fundar logias de la ST, lo cual intensificó una competencia por el liderazgo esoterista en esta parte del mundo, y el espacio esotérico latinoamericano se hizo marcadamente más plural y competitivo que en la década de 1910. Y desde la revista Rosa Cruz se advirtió una nueva línea: que la Gran Fraternidad Blanca seguía existiendo pero que no había maestros.

Tras la gira latinoamericana regresó a Berlín, y conoció personalmente a muchas personalidades del esoterismo europeo como Leadbeater durante la visita de éste a Londres en 1930, fue amigo de Rudolf Steiner a quien consideraba un auténtico Rosacruz, lo fue asimismo de Franz Hartmann, Theodoro Reuss, McGregor Mathers y estudió con el Maestro Therión, nombre esotérico de Aleister Crowley. Crowley fue el encargado de reformar los rituales de la O.T.O. para que no compitieran con los de las Grandes Logias masónicas.  En 1939 Krumm-Heller obtuvo el último de sus nombramientos como obispo de la Iglesia Gnóstica y patriarca para Alemania y Austria por parte de Constant Martin Chevillon. Este Gran Maestro esoterista murió finalmente en Marburg el 19 de mayo de 1949.

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[2] León Denis (1846 - 1927) fue un notable filósofo espiritista francés​ y, junto a Gabriel Delanne y Camille Flammarion, uno de los principales exponentes del espiritismo después de la muerte de Allan Kardec. Con sus enseñanzas promovió la idea de la supervivencia del alma después de la muerte y sus consecuencias para las relaciones humanas. Es conocido como el apóstol del espiritismo francés.
[3] Gérard Anaclet Vincent Encausse (La Coruña, 1865 - París, 1916), conocido en los medios ocultistas con el seudónimo de Papus, fue un médico y ocultista francés de origen español, gran divulgador del ocultismo, y fundador de la moderna Orden Martinista. De joven, Encausse pasaba gran parte de su tiempo estudiando Cábala, Tarot, las ciencias de la magia y la alquimia, y los escritos de Eliphas Lévi. En 1884 se inscribió en la Sociedad Teosófica francesa fundada por Madame Blavatsky, pero se dio de baja pronto y en 1888 cofundó su propio grupo, la Orden Cabalística de la Rosacruz. También fue miembro de la Fraternidad Hermética de la Luz y de la Golden Dawn de París, además de la fraternidad masónica Memphis-Mizraím. En 1893 Encausse fue consagrado como obispo de la Iglesia Gnóstica de Francia por el fundador de la misma, Jules Doinel. Fue médico y consejero ocultista del zar Nicolás II y de la zarina Alejandra.
[4] Francisco Ignacio Madero González​​​ (Parras de la Fuente, Coahuila, 1873 - Ciudad de México, 1913) fue un empresario y político mexicano. Su proclamación en contra del gobierno de Porfirio Díaz suele considerarse como el evento que inició la Revolución mexicana de 1910.
[5] José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, ​ (Oaxaca, México, 1830 - París, Francia, 1915) conocido como Porfirio Díaz, fue un militar mexicano que ejerció el cargo de presidente de México en siete ocasiones. En total ocupó la presidencia de México por 31 años, período llamado en la historia de México Porfiriato.
[8] Tanto Huiracocha como Samael Aun Weor considerarían los rituales de "magia sexual" de Aleister Crowley como de la Logia Negra.
[9] https://www.linajegnostico.org/librosgk.htm. Aparte de lo escrito por Julio Medina, mi padre, yo conozco de su viva voz desde la niñez los relatos que él contaba sobre los orígenes del Movimiento Gnóstico, cuyos primeros discípulos fueron familiares de él y campesinos de la Sierra Nevada, algunos analfabetos, que trabajaban para mi padre, ya que yo lo acompañaba a las playas solitarias de Ciénaga donde el maestro Samael Aun Weor daba enseñanzas y hacían prácticas gnósticas, aparte de que el maestro Samael Aun Weor visitaba mi hogar paterno. Recuerdo nítidamente una vez que mi hermano Armando se cayó del techo de casa en el patio interior, sobre una mata de uva parra que detuvo un poco la caída, pero cayó de cabeza y quedó privado; papá salió corriendo a buscar al maestro y él realizó una curación sobre Armando quien despertó sin secuelas del golpe.
[10] Venustiano Carranza Garza, (Cuatro Ciénegas, Coahuila, 1859​ - Tlaxcalantongo, Puebla, 1920) fue un político, y empresario mexicano que participó en la segunda etapa de la Revolución mexicana como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, ​ tras el asesinato de Francisco Ignacio Madero, ​ derrocando al gobierno del general Victoriano Huerta.

miércoles, 1 de abril de 2020

BAJO EL INFLUJO DE LA PANDEMIA

Por Jorge Medina Barranco

Bucaramanga, Colombia, a 1 de abril de 2020

Bajo las circunstancias que está viviendo nuestro mundo con la pandemia del covid-19, parece sensato apartarme momentáneamente de la línea que he trazado a mi blog acerca del relato de personajes que han influido en la construcción del gnosticismo contemporáneo, para hacer una reflexión actual.
La palabra pandemia viene del griego antiguo, y significa "todo el pueblo". En efecto, todo nosotros, todos los seres humanos estamos afectados por igual, sin distingos de raza, edad, cultura, creencias religiosas o políticas, o de cualquier otra índole. Ante el virus los seres humanos no somos más que eso, seres humanos, es decir, animales mamíferos de una determinada especie que se convierte en receptor de un huésped que genera una reproducción mortal para muchos.

Como reflexiona el filósofo alemán Markus Gabriel (Renania-Palatinado, Alemania, 1980): <<El
coronavirus pone de manifiesto las debilidades sistémicas de la ideología dominante del siglo XXI. Una de ellas es la creencia errónea de que el progreso científico y tecnológico por sí solo puede impulsar el progreso humano y moral. Esta creencia nos incita a confiar en que los expertos científicos pueden solucionar los problemas sociales comunes. El coronavirus debería ser una demostración de ello a la vista de todos. Sin embargo, lo que quedará de manifiesto es que semejante idea es un peligroso error. Es verdad que tenemos que consultar a los virólogos; solo ellos pueden ayudarnos a entender el virus y a contenerlo a fin de salvar vidas humanas. Pero ¿quién los escucha cuando nos dicen que cada año más de 200.000 niños mueren de diarrea viral porque no tienen agua potable? ¿Por qué nadie se interesa por esos niños?>>

Para muchos, esta pandemia está poniendo en peligro nuestro mundo, pero para Gabriel el problema más grave es otro: “el veneno mental que nos divide en culturas nacionales, razas, grupos de edad y clases sociales en mutua competencia”. Para este filósofo, la cadena infecciosa del capitalismo destruye la naturaleza y atonta a los ciudadanos para convertirnos en meros consumidores y turistas.

Y ese es uno de los graves problemas de nuestro mundo, que todos vamos en una misma nave, nuestro planeta, pero estamos llenos de estereotipos peligrosos, prejuicios estúpidos y creencias falsas. Trump trata el virus como un problema chino; Boris Johnson piensa que los británicos crearán una inmunidad colectiva eugenésica; muchos alemanes creen que su sistema sanitario es superior al italiano o al español y por tanto dará mejor respuesta; cantidad de religiosos han afirmado que Dios no iba a permitir muertos entre sus creyentes.

Siguiendo el pensamiento de Gabriel, en un acto de solidaridad antes insospechado en el mundo se está protegiendo a los enfermos y a nuestros niños y mayores metiéndolos en casa, se cierran centros de enseñanza, fábricas, comercios y se declaran estados de emergencias nacionales. Por eso se invierten miles de millones de euros y dólares para volver a reactivar la economía.

Pero, ¿cuánto durará tanto altruismo social? Como dice el filósofo alemán, si una vez superado el virus seguimos actuando como antes vendrán crisis mucho más graves. El coronavirus no hará más que frenar brevemente el lento auto-exterminio del ser humano con sus guerras económicas, la proliferación del racismo y el nacionalismo contra los emigrantes y, no lo olvidemos, la terrible crisis climática por contaminación, que está matando mucha vida en nuestro planeta.

Leyendo artículos de prensa y entrevistas se da uno cuenta que muchos sienten que han perdido el control de sus vidas porque no pueden mantener sus actividades cotidianas. Otros expresan darse cuenta de que han estado viviendo como especie de ludópatas en un casino o como ex alcohólicos pensando que pueden beber una sola copa: perdiendo el control y haciendo cosas que no quieren.

Con una irresponsabilidad absoluta, y sin que la sociedad entienda bien el porqué, las redes sociales y otros instrumentos de comunicación se han convertido en vehículo de informaciones y recomendaciones falsas que, de manera ingenua e inconsciente, retransmiten en proporción astronómica quienes los reciben, multiplicando la angustia y el miedo. Si las gentes conocieran la Doctrina de los Muchos, la existencia del Yo Psicológico y sus múltiples manojos de yoes pendencieros y gritones, entenderían porqué ocurren estas cosas.

Como dice Markus Gabriel: <<Tenemos que reconocer que la cadena infecciosa del capitalismo global destruye nuestra naturaleza y atonta a los ciudadanos de los Estados nacionales para que nos convirtamos en turistas profesionales y en consumidores de bienes cuya producción causará a la larga más muertes que todos los virus juntos. ¿Por qué la solidaridad se despierta con el conocimiento médico y virológico, pero no con la conciencia filosófica de que la única salida de la globalización suicida es un orden mundial que supere la acumulación de estados nacionales enfrentados entre sí obedeciendo a una estúpida lógica económica cuantitativa? Cuando pase la pandemia viral necesitaremos una pandemia metafísica, una unión de todos los pueblos bajo el techo común del cielo del que nunca podremos evadirnos>>.

Precisamente, la enseñanza gnóstica pretende crear eso que Gabriel llama una pandemia metafísica transmitiendo la necesidad de crear conciencia personal y social de todos nuestros errores y de aprender un trabajo psicológico que nos ayude a cada uno, y a todos colectivamente, a corregirnos y salvar nuestro mundo de la catástrofe por la que lo estamos empujando. Pero vivir de esa manera tiene mucho que ver con mantener el control de la atención y el autoconocimiento. La idea de que con fuerza de voluntad puedes luchar contra el ambiente que te rodea, es optimista al punto de rozar lo fantasioso e ilusorio. Necesitamos realizar un trabajo psicológico sobre sí mismo y de forma colectiva. Si no, como dijo Gabriel, cualquier otra actitud nos exterminará y ningún virólogo nos podrá salvar.

TRABAJA PSICOLÓGICAMENTE SOBRE TI MISMO Y AYUDARAS A CONSTRUIR UN MUNDO MÁS HUMANO

lunes, 16 de marzo de 2020

GNOSTICISMO, LA SABIDURÍA DEL CONOCIMIENTO INTERNO 4

Por Jorge Eduardo Medina Barranco
Bucaramanga, 16 de marzo de 2020

William Butler Yeats (Dublín, 1865 - Menton, Francia, 1939) poeta y dramaturgo irlandés, fue sin duda el máximo representante del renacimiento de la literatura irlandesa moderna, y uno de los autores más destacados del siglo XX. Recibió el Premio Nobel de literatura en 1923.
Hijo del pintor John Butler Yeats y de Susan Pollexfen Yeats, de una familia anglo-irlandesa de comerciantes protestantes, Su abuelo, llamado también William Butler Yeats, era rector de la Iglesia de Irlanda, pero su padre era un nacionalista escéptico y ateo. El carácter del joven poeta combinó ambos mundos en un extraño misticismo que le permitía a la vez rechazar la religión tradicional y el cientifismo estéril y se creó una “fe excéntrica en algún lugar entre las creencias ortodoxas de su abuelo y los descreimientos no ortodoxos de su padre”, según descripción del biógrafo Richard Ellmann.
Durante su infancia vivió con su madre y sus hermanos en el condado irlandés de Sligo, en la casa de sus abuelos maternos. Allí se empapó de los cuentos de hadas que contaba la gente sencilla de Irlanda; como el mismo Butler dijo, su madre le contó muchas historias de duendes y gnomos, mientras que los campesinos relataban experiencias con la «gente pequeña» y esta etapa de su vida en Sligo fue, según su propia explicación, «El lugar que realmente tuvo mayor influencia en mi vida» y marcó para siempre su carácter.
En 1887 se trasladó, junto con su familia, a Londres, y allí descubrió el hinduismo, la teosofía y el ocultismo, interesándose por la magia, el movimiento rosacruz y el espiritualismo, lo que le abrió un camino de misticismo y hermetismo que expresó en su obra literaria.
Los últimos 15 años de su vida fue el período más fecundo de Yeats, el de su madurez y vejez. En ellas se deja sentir la influencia de su esposa desde 1917, Georgie Hyde-Lees, una médium con un talento especial para la escritura automática. En 1925 escribió el tratado “Una visión”, donde expresa su creencia en la íntima relación entre la imaginación poética y la realidad universal e intenta explicar la mitología, el simbolismo y la filosofía que había utilizado a lo largo de sus obras. En él se refiere a la lucha entre los contrarios, situada en la base de su pensamiento. Según el historiador Giordano Berti (en “Claves y secretos del Tarot”, Barcelona, Salvat, 2005, p. 23) en “Una visión” vive el recuerdo de la enseñanza esotérica de la Golden Dawn, sociedad esoterista de la que formó parte,  sobre el Tarot; las "28 incarnaciones", como explicaba Yeats, son fases de la transformación del ser. De este material nacieron hermosas colecciones poéticas como “La torre” (1928), que incluye el celebrado poema ‘Navegando a Bizancio[1] , “La escalera de caracol” (1933) y “Últimos poemas”, con las que Yeats alcanzó el cénit de su lírica[2] .
En mis dos últimos años de estudiante de bachillerato, junto con un grupo de compañeros, creamos en el Instituto San Juan del Córdoba de Ciénaga (Magdalena), Colombia, una especie de Club de Poetas, editamos una revista literaria y leíamos, recitábamos y componíamos poesías, de modo que no me resisto a transcribir un poema de amor escrito en 1892 por éste extraordinario premio Nobel y publicado en la antología de 1893: La rosa (The Rose):
El amante habla de la rosa en su corazón
(The Lover Tells of the Rose in His Heart, W.B. Yeats)
Todas las cosas feas y rotas, todas las cosas gastadas y viejas,
el llanto de un niño junto al camino, el crujido de una carreta cargada,
los pasos duros del arador sobre el moho invernal,
dañan tu imagen que hace brotar una rosa en el fondo de mi corazón.

El mal de las cosas informes es un mal demasiado grande para ser dicho;
anhelo crearlas de nuevo y sentarme lejos en una colina verde,
con la tierra y el cielo y el agua, vueltos a hacer, como un cofre de oro
para tu imagen en mis sueños, que hace brotar una rosa en el fondo de mi corazón.
En este poema, el poeta sabe transmitirnos esa certeza de que las cosas cotidianas empalidecen en comparación con la profundidad de las emociones. Sabiendo que Butler Yeats fue esoterista y  conoció el movimiento rosacruz, no es difícil intuir que su anhelo de crear las cosas de nuevo es un anhelo espiritualista, traspasado por el dardo del amor, para hacer un mundo mejor, un mundo más humano, de valores nobles como suelo yo soñar, que nos haga a todos mejores seres.
La sociedad a la que perteneció William Butler, la Golden Dawn (originalmente en inglés, Hermetic Order of the Golden Dawn, Orden Hermética de la Aurora Dorada), fue una organización secreta y esotérica en la que se estudiaba y practicaba magia, cábala y alquimia, y se fundó en Londres en 1888 por William Wynn Westcott [3], Samuel MacGregor Mathers[4]  y William Robert Woodman[5]. Fue una organización que influyó poderosamente a comienzos del siglo XX en los estudios esoteristas rosacruces y gnósticos.
A la rosa sobre la cruz del tiempo
¡Roja Rosa, orgullosa Rosa, triste Rosa de todos mis días!
Acércate a mí, mientras canto las antiguas melodías
W. B. Yeats - "The Rose" (1893)
En torno a 1900 uno de sus miembros, el famosos y polémico
esoterista Aleister Crowley[6] , comenzó a publicar muchos de los rituales de la Orden en "El Equinoccio" (The Equinox), una revista que él mismo editaba bianualmente, uno de los motivos por los que fue expulsado rápidamente de la Golden Dawn; posteriormente creo su propia Orden llamada Astrum Argentum (A.A.) en 1905 y también llegó a ser líder de la Ordo Templi Orientis (O.T.O. Orden de los Templarios Orientales), una sociedad inglesa de carácter fraternal y secreta, fundada en Londres a comienzo del siglo XX por Theodor Reuss (1855 - 1923), un esoterista anglo-germano especialmente interesado en el tantrismo.
Este relato de la Golden Dawn y Aleister Crowley es interesante porque uno de los miembros de la A.A. y la O.T.O. fue el médico y coronel alemán Arnold Krumm-Heller, que fue el maestro esoterista del que el maestro Samael Aun Weor adquirió sus conocimientos gnósticos, como veremos más adelante.
La vida de Krumm-Heller fue tan influyente en el esoterismo Latinoamericano, que merece un comentario propio aun cuando no esté mencionado por Hoeller en el primer artículo de este tema, porque Hoeller ha desarrollado su actividad en el mundo anglosajón y Krumm-Heller la desarrolló en el hispanoamericano y germanófilo.
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[1] El que quiera leerlo puede hacerlo en http://www.pabloingberg.com.ar/pdf/traduccion-breves/Yeats-Bizancio.pdf, en versión original y traducido al español
[3] William Wynn Westcott (1848 - 1925) nacido en Leamington, Inglaterra, fue coronel y médico forense del ejército británico. Reconocido como cofundador de la Orden Hermética de la Aurora Dorada y miembro activo de la Sociedad Teosófica, fue francmasón y mago.
[4] Samuel Liddell "MacGregor" Mathers, (1854 – 1918), fue un ocultista británico conocido principalmente por ser uno de los fundadores de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, una orden mágica ceremonial con ramificaciones existentes todavía hoy. Fue maestro masón y miembro de la Societas Rosicruciana in Anglia
[5] William Robert Woodman (1828-1891) fue un médico británico y uno de los fundadores de la Orden Hermética de la Aurora Dorada. Fue miembro de la Societas Rosicruciana in Anglia, de la que llegó a ser Secretario General (febrero 1868) y "Supremus Mago" (abril 1878). Bajo su liderazgo, la Societas se expandió de Londres para el resto de Inglaterra, a Australia y los Estados Unidos de América.
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Aleister_Crowley

domingo, 1 de marzo de 2020

GNOSTICISMO, LA SABIDURÍA DEL CONOCIMIENTO INTERNO 3

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

Bucaramanga, 1 de marzo de 2020
William Blake (Londres 1757— Londres, 1827) fue un poeta, pintor y grabador británico considerado por algunos autores como el mayor artista que Gran Bretaña ha producido en toda su historia. La Biblia fue una influencia temprana y profunda en Blake, y seguiría siendo una fuente de inspiración crucial durante toda su vida. Desde una edad temprana Blake tuvo visiones, la más precoz fue cuando teniendo alrededor de nueve años vio un árbol lleno de ángeles «adornando con destellos, como estrellas, cada rama» Su poema Eternidad expresa claramente la idea de La Gran Renuncia budista:
“Quien a sí mismo encadenare una alegría, malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo vive en el alba de la eternidad”
Como se sabe, el budismo es básicamente una religión no-teísta, basada en una filosofía la cual ofrece un sistema psicológico que, mediante un método de entrenamiento espiritual, permite alcanzar una iluminación transcendente. Esta religión se ha desarrollado a partir de las enseñanzas del Buda Siddhartha Gautama, quien nació dentro de la realeza del noreste de la India unos 600 años antes de Cristo.
El Buda observó que la ignorancia de las personas sobre la impermanencia de las cosas era la causa del sufrimiento y que la liberación espiritual consiste en liberarse de los apegos a los deseos y asuntos mundanos que son efímeros, alcanzando de esa forma una iluminación transcendente.
En el Budismo, el concepto de Anitya que suele ser traducido como transitoriedad, impermanencia o cambio, es una doctrina esencial y una de las "tres características de la existencia". El término Anitya expresa la idea budista de que toda existencia condicionada, sin excepción, está sujeta al cambio, lo cual significa que todos los seres manifestamos este devenir, este llegar a ser, este flujo continuo, en el Samsara o "ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación", que se manifiesta en nuestro proceso de envejecimiento, pero también como en cualquier experiencia de pérdida a lo largo de nuestra vida. Puesto que todas las cosas son transitorias, impermanentes, cambiantes, aferrarse a ellas es un empeño vano que conduce al sufrimiento.La única realidad no sujeta a la impermanencia es el estado de Nirvana, que no conoce el cambio, la decadencia ni la muerte. 

Si repasamos nuevamente el párrafo del poema de Blake, vemos que nos dice claramente: no te apegues a tus alegrías, como diciéndonos ‘no te apegues a ese deseo mundano efímero de la alegría’, lo cual es una noción de impermanencia budista y una acción de gran renuncia. Este principio de impermanencia también lo enseña Heráclito de Éfeso (540-480 a. C.), filósofo griego cuyas teorías estudie en 1987, junto con la historia y la filosofía griega desde los presocráticos hasta Platón, y después por mi cuenta otros filósofos, cuando hice un primer año de filosofía en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia, en España).
Heráclito pensaba que el mundo procedía de un principio natural: el fuego (como el agua para Tales de Mileto, el aire para Anaxímenes y el ápeiron —la palabra es la transcripción del griego τὸ ἄπειρον, el ápeiron, que significa “lo indefinido”, “lo indeterminado”, “lo que no tiene fin”— para Anaximandro), lo cual no debe leerse en un sentido literal, pues es una metáfora como, a su vez, lo eran para Tales y Anaxímenes. El principio del fuego se refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo: el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente —en filosofía, un ente es algo que existe, o es de alguna manera determinada— se convierte en algo distinto y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. El fragmento quizás más conocido de la obra de Heráclito dice: En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos]. El fragmento (citado con frecuencia erróneamente como no se puede entrar dos veces en el mismo río, siguiendo la versión que da Platón en el Crátilo) ejemplifica la doctrina heraclítea del cambio: el río —que no deja de ser el mismo río— ha cambiado sin embargo casi por completo, tanto sus aguas como, tal vez, su curso, así como el bañista que tiene otra edad y, a lo mejor, otras ideas de la vida y muchas experiencias nuevas: ninguno de los dos es ya el mismo que fue. Si bien una parte del río fluye y cambia, hay otra (el cauce, que también debe interpretarse y no tomarse en un sentido literal) que es relativamente permanente y que es el que guía el movimiento del agua. Algunos autores ven en el cauce del río el Logos que «todo rige», la medida universal que ordena el cosmos y, en el agua del río, el fuego. A primera vista esto de que el agua del rio es el fuego puede parecer contradictorio, pero debe saberse que Heráclito sostiene que los opuestos no se contradicen sino que forman una unidad armónica (pero no estática). Por ello, como lo comenta el mismo Heráclito en sus fragmentos, es razonable que la otra cara del agua sea el fuego.

El vocablo Logos (en griego λóγος) es una palabra griega que tiene varios matices de significado: Logos es la palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada; en lenguas romances suele ser traducida como Verbo. Logos también puede ser entendido como: inteligencia, pensamiento, sentido.
De hecho, Heráclito utiliza esta palabra en su teoría del ser, diciendo: "No a mí, sino habiendo escuchado al logos, es sabio decir junto a él que todo es uno". Es decir, para Heráclito el logos es la gran unidad de la realidad, tal vez lo real en sí mismo. Se puede pensar que el ser de Heráclito, entendido como logos, “es la Inteligencia que dirige, ordena y da armonía al devenir de los cambios que se producen en la guerra (la lucha permanente por la vida, aunque sea en sentido moral) que es la existencia misma”. Para Heráclito el logos es una inteligencia sustancial, presente en todas las cosas y cuando un ente pierde el sentido de su existencia se aparta del logos.
En el prólogo del Evangelio de Juan, considerado un Evangelio con claras influencias gnósticas, se menciona al Λóγος, identificándolo como al ente espiritual de Dios en el principio de la creación. Juan 1:1 dice:

( https://es.wikipedia.org/wiki/Logos )
Muchas interpretaciones han surgido en torno al significado del logos en este versículo. Algunos lo relacionaron con el logos de la filosofía griega y de la judeo-helenística de Filón de Alejandría [1] quien precisamente utiliza —antes del siglo I— la palabra griega Λóγος para significar la sabiduría y, especialmente, la razón inherente a Dios. Después del siglo I y a partir del Evangelio según Juan, Λóγος (traducido al latín como Verbum) obtiene una significación cristiana, pero con una profunda influencia hebrea.
Los gnósticos del primer siglo del cristianismo se inclinaron más por la interpretación griega y judeo-helenística que por la cristiana que termina convirtiendo a Jesús de Galilea en el Hijo Unigénito de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo: ¡según los cristianos Jesús es Dios encarnado!
Es importante ver el porcentaje de creyentes y no creyentes en la población mundial, para conocer el peso relativo del cristianismo y sus creencias en el mundo. Al sumar los porcentajes del gráfico, vemos claramente que el cristianismo es solo el 27,3% de la población mundial. El judaísmo niega la divinidad de Jesús, ya que es incompatible con su concepción de Dios. En el islam, donde se lo conoce como Isa, es considerado uno de los profetas más importantes, rechazando al mismo tiempo su divinidad. Las enseñanzas bahá'ís consideran a Jesús como una "manifestación de Dios", es decir, un profeta según el concepto bahá’í. Algunos hindúes consideran que Jesús es un avatar[2]. Algunos budistas, incluido Tenzin Gyatso, el decimocuarto dalái lama, consideran a Jesús como un Bodhisattva[3] que dedicó su vida al bienestar de las personas.
La prepotencia imperial romana que sigue existiendo en el cristianismo, sigue creyendo y afirmando que son la única religión verdadera, y la Biblia la palabra de Dios y sus creencias verdades absolutas. ¡Cuánta soberbia mística!
En sus enseñanzas Litúrgicas, el maestro gnóstico Samael Aun Weor afirma que Cristo se manifiesta eternamente en los mantras, exorcismos, cadenas y rituales, etc. (y por tanto es palabra y verbo). Que Cristo está en todo, que Él es el Logos mismo, la unidad múltiple perfecta (y por tanto inteligencia sustancial). Que Cristo es un principio cósmico, y como tal es principio ontológico del ser; por tanto, podemos afirmar que sin este principio se perdería la identidad del ser consigo mismo y se volvería no-ser o sea, nada. Se puede afirmar que si un ser no ha encarnado el principio Cristo, la sustancia Cristo, el poder Cristo, se considera filosóficamente como un no ser, como la no-realidad. Por ello el maestro Samael Aun Weor enseña que quien encarna en sí mismo ese poder divino se convierte en un Cristificado, como Jesús de Galilea, es decir, un Ser Real en el más completo sentido ontológico.
En la Introducción del libro titulado El Matrimonio Perfecto, dice sobre el Principio Cristo que:
<< EL MATRIMONIO PERFECTO y el CRISTO CÓSMICO constituyen la síntesis de todas las religiones, escuelas, órdenes, sectas, logias, yogas, etc., etc., etc. Es lástima de verdad que tantos que hallaron la Síntesis Práctica se hayan salido de ella para caer en el intrincado laberinto de las teorías.
En el Matrimonio Perfecto se encierran los Misterios del Fuego. Todos los cultos al fuego son absolutamente sexuales. Las vestales fueron verdaderas sacerdotisas del amor; con ellas los sacerdotes célibes alcanzaron el Adeptado. Es lástima que las modernas vestales (las monjas) no conozcan la clave de la Magia Sexual. Es lástima que los modernos sacerdotes hayan olvidado la clave secreta del sexo. Sentimos profundo dolor ver a tantos Yoguis que ignoran la clave suprema de la Yoga, la Magia Sexual, síntesis suprema de todo sistema de Yoga. La gente se llena de horror cuando conoce la Magia Sexual, pero no se llena de horror cuando se entregan a todos los refinamientos sexuales y a todas las pasiones carnales.
Es necesario que cada hombre se Cristifique. ES NECESARIO ENCARNAR AL CRISTO. 
En este libro hemos levantado el velo de los Misterios Crísticos. Hemos explicado lo que es el Principio Crístico. Hemos invitado a todos los seres humanos a seguir la Senda del Matrimonio Perfecto para lograr la Cristificación. Hemos explicado que Cristo no es un individuo, sino un principio universal cósmico impersonal que debe ser asimilado por cada hombre mediante la Magia Sexual. Naturalmente todo esto escandaliza a los fanáticos, pero la verdad es la verdad y tenemos que decirla aun cuando nos costara la vida.
Las enseñanzas del Zend Avesta a semejanza de los principios doctrinarios contenidos en El Libro de los Muertos de los egipcios, contienen el principio Cristo. La Ilíada de Homero y la Biblia Hebrea, así como los Eddas Germanos y los Libros Sibilinos de los romanos, contienen el mismo principio Cristo. Esto es suficiente para demostrar que el Cristo es anterior a Jesús de Nazaret. Cristo no es un solo individuo. Cristo es un Principio Cósmico que debemos asimilarlo dentro de nuestra propia naturaleza físico-psíquico-somática y espiritual, mediante la Magia Sexual.
Entre los persas, Cristo es Ormuz, Ahura-Mazda, el terrible enemigo de Arimán (Satán), que llevamos dentro. Entre los indostaníes es Krishna el Cristo, y el Evangelio de Krishna es muy semejante al de Jesús de Galilea. Entre los egipcios, Cristo es Osiris y todo aquel que lo encarnaba era de hecho un Osirificado. Entre los chinos es Fu-Hi el Cristo Cósmico quien compuso el I-King, libro de las leyes y nombró ministros dragones. Entre los griegos, el Cristo se llama Zeus, Júpiter, el Padre de los Dioses. Entre los aztecas es Quetzalcóatl, el Cristo mexicano. Entre los Eddas Germanos es Balder, el Cristo que fue asesinado por Hoder, dios de la guerra, con una flecha de muérdago, etc. Así podríamos citar al Cristo Cósmico en millares de libros arcaicos y viejas tradiciones que vienen de millones de años antes de Jesús. Todo esto nos invita a aceptar que Cristo es un Principio Cósmico contenido en los principios sustanciales de todas las religiones. >>
Se podrá estar o no de acuerdo con estas afirmaciones, pero es innegable que el Tantra Yoga (llamada en Occidente, entre otros nombres, magia sexual) es una milenaria enseñanza espiritualista que algunos autores consideran relacionada con el Bön, tradición chamánica y animista tibetana anterior a la llegada del budismo y que entró a formar parte de ramas del Budismo Tibetano, tanto que los llamados tantras superiores o tantras internos afirman que sin el acto sexual es imposible alcanzar la realización.  Incluso algunos afirman que esta religión tántrica existía en las semillas del Taoísmo (que apareció en China en el siglo IV antes de Cristo). ¡ESTUDIEN MAGIA SEXUAL![4]

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[1] Uno de los filósofos más renombrados del judaísmo durante el período helenístico



[2] En el hinduismo se considera que los avatares son encarnaciones del dios Visnú

[3] Es un término propio del budismo que alude a alguien embarcado en el camino del Buda de manera totalmente comprometida. Es un ser dedicado al sacrificio por la humanidad en la búsqueda de la suprema iluminación para todos los seres; busca no solo la salvación individual, sino la colectiva.

[4] Siendo joven, en 1979, publiqué un pequeño ensayo titulado “Sexo, Ciencia y Religión” que, en términos generales, puede ser útil como introducción para tener una interpretación gnóstico cristiana del Tantra Yoga