viernes, 2 de mayo de 2014

UNA PROPUESTA EDUCATIVA

Por Jorge Eduardo Medina Barranco

2 de mayo de 2014, Breña Baja, Santa Cruz de Tenerife

Un lector, inquieto por el problema de la calidad educativa y la violencia existente en Colombia, me pide una propuesta, quizá esperanzado que sea ‘nueva’, para solucionar el problema del que, supongo, es su país natal. Como otros lectores se han inquietado por el mismo tema de la educación y me lo han comentado, he creído conveniente realizar un pequeño esbozo sobre el tema educativo en respuesta a esta inquietud de mis lectores, que deja fuera muchas ideas porque corresponderían a un estudio de mayor calado.

Desde el principio debemos tener claro que para mí el problema no es solamente de ‘un país tan violento’. El problema es de ‘ser humano’ o ‘no ser humano’. Con estudiar un poco el tema de la educación nos daremos cuenta que soluciones para cualquier país, como para la educación humana en general, están propuestas hace muchísimo tiempo. El camino no es corto ni fácil pues requeriría el concurso de muchos equipos humanos.[1]  trabajando simultáneamente en diversos frentes, lo que implica disponer de suficientes recursos económicos para acometer la tarea.

El primer planteamiento que debemos hacernos es que los modelos actuales de educación aplicados masivamente por los gobiernos del mundo no son válidos porque su objetivo no es formar seres humanos, sino programar personas para que entren al servicio de un sistema que no aborda las necesidades individuales de las personas sino los intereses de los ‘amos del mundo’. Es evidente que si nos planteamos cuál es el propósito de la educación, los políticos a menudo hablan de volver a lo esencial de la educación. Y creo que hay que hacerlo, ¡pero primero tenemos que ponernos de acuerdo sobre qué es lo esencial!

Pienso que, en términos generales, el sistema educativo debe tener, al menos, tres objetivos básicos:
•             Uno económico[2], de forma que toda persona reciba unos conocimientos que le permitan generar riquezas personales y en beneficio de un sistema social inclusivo. Actualmente se trabaja por el enriquecimiento exclusivamente personal, lo que convierte la educación en un instrumento al servicio de intereses egoístas.

•             Otro cultural, de forma que las personas aprendan a comprender el mundo que les  rodea y a desarrollar un sentimiento de humanidad. Actualmente cada cultura enseña a querer lo propio, demasiadas veces sobre la intolerancia a lo diferente o, sobre todo, la indiferencia a lo humano universal; para darse cuenta sólo basta echar una ojeada tanto a la historia como a los titulares de la prensa mundial para ver los conflictos catastróficos creados por nuestra especie debido a ese egoísmo cultural, lo que convierte la educación en un fracaso humanizador.

•             Y el tercer gran objetivo de la educación es personal, de forma que esperamos que la  educación nos ayude a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos; que nos ayude a descubrir nuestros talentos, nuestras destrezas, nuestras habilidades en arte, filosofía, ciencia o religión. Y en este sentido la educación ha fracasado estrepitosamente: los índices de abandono y fracaso escolar son crecientes a nivel global, y la mayoría de los que terminan viven sin descubrir jamás sus propios talentos.


 Dicho irónicamente, si la mejor versión de lo que es ser humano es lo que somos actualmente, o lo que hemos sido a lo largo de la historia, mejor será que venga otro ‘diluvio universal’ para ver si hay otro dios u otra evolución que lo hagan mejor.

Volviendo a un tono algo más serio, para empezar habría que trabajar en justicia social  (igualdad de derechos y de oportunidades, estado de bienestar, distribución de la renta y la cuestión de la pobreza, derechos laborales y sindicales, etc.), es decir, invertir en las personas para generar una estructura socioeconómica que permita garantizar el éxito de cualquier proyecto. Luego habría que crear programaciones educativas que impulsen el uso y desarrollo de las inteligencias múltiples  del ser humano. Además, habría que construir un nuevo sistema de formación de los futuros docentes de manera tal que su formación fuera más ética y les volviera más conscientes de la educación humana a fin de cooperar desde la escuela, el colegio la universidad o cualquier centro educativo, ayudando a los estudiantes a despertar conciencia y propiciando la libre iniciativa para que surja la inteligencia creadora en los alumnos y alumnas. Habría que educar en actitudes cívicas y ciudadanas tanto en campañas televisivas como radiofónicas y de redes sociales, además de incorporarlas en el currículo transversal del sistema educativo, para crear un amplio consenso social consciente de que las personas son el bien más importante de una sociedad, priorizando la educación de los niños y los jóvenes y la formación de los adultos muy por encima de las infraestructuras o el crecimiento inmobiliario, para obtener unos resultados educativos de muy altas competencias curriculares y éticas. Habría que crear una gran red de bibliotecas muy bien dotadas conectadas entre ellas y con profesionales muy bien preparados para incitar a las familias a visitar las bibliotecas con mucha frecuencia para leer y estudiar. Habría que ofrecer actividades extraescolares educativas en todos los centros escolares. En mis estudios sobre excelencia educativa aprendí, y trabajé en ello muchos años como tutor de estudiantes, que la adquisición de una alta competencia educativa tiene que contemplar necesariamente el trabajo coordinado y sostenido en el tiempo de tres grandes estructuras que se deben complementar, porque si no se bloquean mutuamente en el proceso.

Estas tres estructuras son: la familia, la escuela y las estructuras socio-culturales de apoyo educativo.


Si esas tres estructuras se coordinan y se potencian realizando en cadena una parte del trabajo educativo el resultado es una educación de alta calidad. Habría que diseñar políticas de coordinación entre estos tres ámbitos, lo cual requiere de la intervención necesaria de los gobiernos municipales.

Como pueden entender tanto el amigo lector que brinda la oportunidad de esta reflexión, como todos mis lectores, la única forma de salir de las crisis sociales de cualquier índole y cualquier país del mundo, sea violenta o no violenta, es invertir en educación humana. Pero no una educación cualquiera, sino una educación que formule unos principios éticos y morales de respeto a valores esenciales de aquello que consideramos humano. Y ese será siempre el gran problema, ¡Ponernos de acuerdo en cuales son los valores esenciales de ser humano!

En cualquier caso, la educación es la inversión más rentable de un pueblo y de un país, y la mejor inversión para la humanidad. La educación debe servirnos para hacernos conscientes de nuestra propia vida y ese proceso de despertar la conciencia de sí debe comenzar desde los mismos bancos de la escuela, motivo por el cual los docentes deben ser conscientes. De poco nos habrá servido la escuela y todo el proceso educativo si salimos de él inconscientes de lo que significa ser humanos y de quién es uno mismo.
__________________________
[1] No equipos ‘inhumanos’, como muchos que trabajan actualmente en beneficio de sus intereses egoístas, sin importarles el daño ‘colateral’ sobre el planeta o la humanidad.
[2] La economía estudia la producción y la administración del conjunto de los recursos, bienes y servicios de un país. No significa dinero, que es la moneda circulante que tiene valor legal, ni capital, como patrimonio, rentas o relación social de producción.

1 comentario:

  1. Maestro Jorge Medina Barranco, en mi pais Ecuador el gobierno actual está trabajando en todo lo que usted menciona en el blog: en justicia social (igualdad de derechos y de oportunidades, estado de bienestar, distribución de la renta y la cuestión de la pobreza, derechos laborales y sindicales, etc.) el gobierno enfatiza que las personas son el bien más importante de una sociedad. Saludos

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