Por Jorge Eduardo Medina Barranco
24 de junio de 2016, Breña Baja, Santa Cruz de Tenerife,
España
La paz es mucho más
que una firma, pero podemos estar ante el principio del fin del conflicto que
Colombia ha vivido durante 52 años. Nos alegramos si así sucede, para beneficio
del pueblo colombiano y todos los que somos amantes de la paz en el mundo.
Decía en su artículo:
<<A fin de cuentas se trata de elegir entre una visión
de nuestro país definida por el espíritu
mezquino, ignorante, retrógrado,
xenófobo y tribal que encarna Nigel Farage, el líder del partido derechista
UKIP (UK Independence Party), o por la generosidad, el sentido común y la
solidaridad con un proyecto que desde su fundación ha contribuido enormemente a
que hayamos gozado en Europa de una época dorada de paz y prosperidad sin
precedentes. Que muchos querríamos más, que hoy estemos viviendo una crisis de
expectativas es otra cosa. No quita que las dos últimas generaciones de europeos
occidentales hemos sido los seres más afortunados en la historia de la
humanidad>>
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La Ciudad Holandesa de Rotterdam tras el bombardeo Alemán
(1940)
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Yo he tenido la fortuna de vivir con esa segunda generación
europea de españoles que ingresamos a la UE hace 31 años y que me ha hecho
presenciar lo afortunado que es el ser humano que vive en un mundo en paz y
prosperidad, y comparar con otras regiones del mundo, particularmente Latino
América que he recorrido desde la Argentina hasta México en 40 años de andanzas
hablando sobre la necesidad de despertar conciencia para la paz y la no
violencia. No olvidemos que entre 1939 y
1945 Europa, junto con el resto de mundo, vivió la Segunda Guerra Mundial que
ha sido el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad, con un
resultado final de entre 60 y 70 millones de víctimas. España vivió previamente
su guerra civil de Julio de 1936 a abril de 1939 que produjo unos 300.000
muertos en menos de tres años. En ambos casos, guerra civil y guerra mundial,
con la destrucción total de múltiples infraestructuras y ciudades que quedaron
arrasadas. El conflicto armado de Colombia ha producido en 52 años en torno a
200.000 muertos y en torno a 5.000.000 de desplazados. Y aun cuando se
destruyeron muchas infraestructuras, no ha habido ciudades arrasadas porque ese
conflicto no se ha desarrollado en las grandes ciudades, que son muchas y
hermosas.
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El Comandante del Ejército , General Jorge Enrique Mora
Rangel inspecciona las filas de guerrilleros muertos en Hato
Corozal (Casanare), el 1 de septiembre de 1999.
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A pesar del tremendo sufrimiento vivido por el pueblo
colombiano, y que yo he compartido en sufrimientos de familiares y conocidos, y
del dolor y rabia que a muchos pueda producir un conflicto tan prolongado,
siendo humanos y racionales hemos de reconocer que la cantidad de muertos y los
daños materiales no son comparables con la devastación que sufrió Europa.
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Rotterdam Actual |
El nacimiento de la UE ha conducido a esa paz y prosperidad
que John Carlin defiende en su artículo. A muchos amigos y desconocidos les he
dicho que si Europa pudo levantarse, innegablemente con la ayuda de Estados
Unidos pero con el esfuerzo de los europeos, de semejante devastación que
sufrió, qué no podría hacer Colombia a favor de la paz y prosperidad de su
pueblo, que parte relativamente desde mejor posición que los europeos y
españoles en 1945. Y ese futuro sería más próspero si Sudamérica se une en un
gran proyecto social de convivencia entre todas sus naciones.
Eso sería trabajar en favor de un mundo más humano. Para
lograrlo, es necesario EDUCAR PARA LA PAZ a nuestros pueblos latinoamericanos,
partiendo de proyectos como el que nosotros estamos liderando junto con un
amplio grupo de hombre y mujeres de buena voluntad en varias naciones del
continente.
Excelente artículo sobre la paz mundial y como los países que se acercan a la convivencia y tienden a desaparecer sus fronteras y olvidar el nacionalismo egoísta e irreal, la pueden conseguir con mayor facilidad
ResponderBorrarAsí es, estimado Daniel. Las fronteras son una invención cultural de los nacionalismos egoístas. Según el sociólogo chileno Antonio Elizalde Hevia, la cultura se puede entender como un mecanismo de adaptación mediante el cual los seres humanos han construido histórica y socialmente las capacidades de adaptación y sobrevivencia. De modo que nuestras invenciones culturales son necesidades circunstanciales aparecidas en algún momento de nuestra historia como especie y pueden ser cambiadas en beneficio de nuestro desarrollo histórico de adaptación y sobrevivencia. Como John Lennon, pueden decir que yo también soy un soñador: imaginen un mundo sin fronteras… Que hermosamente lo canta Lennon: https://www.youtube.com/watch?v=RwUGSYDKUxU
BorrarGracias Maestro Jorge. En Colombia necesitamos aunar esfuerzos desde diferentes ámbitos para contribuir a la creación de una sociedad más humana y donde el manejo de las diferencias sea fuente de enriquecimiento mutuo y no de violencia y muerte. A partir de la firma de la paz se abrirán muchos programas de formación y apoyo para la paz. Los grupos y comunidades que deseen la paz deben estar listos para dar su aporte. En libros como “La Paz es el Camino” de Deepak Chopra o “El Poder del Ahora” de Eckhart Tolle podemos encontrar muy buenos materiales.
ResponderBorrarGracias a ti, estimada Mary, por tu invitación a los colombianos a que trabajen por la paz en su país. El pedagogo colombiano Carlos Eduardo Martínez Hincapié, promotor del poder de la no violencia como cultura de adaptación para proteger la vida en nuestro planeta que está amenazada por una cultura violenta que pone en peligro todas las forma de vida en aire, mar y tierra, plantea pensamientos como los de Jesús de Nazaret, León Tolstoi, Gandhi o Martin Luther King como alternativas a ese modelo cultural de violencia que es hoy por hoy hegemónico en nuestro sufrido planeta. Ojalá que los colombianos sean capaces de encontrar ese poder de la paz como una forma de convivencia nacional.
BorrarQué invitación tan oportuna a la reconciliación y la prosperidad que lejos de ser un lema de campaña son derechos de los ciudadanos de bien y en especial de aquellos que miran con optimismo la oportunidad para apoyar procesos de humanización de nuestra sociedad. La invitación también es precisa en la medida que propone la paz como mecanismo de crecimiento personal y colectivo. Concuerda este pensamiento con su artículo anterior en el cual se hace urgente despertar nuestra conciencia y la de todos aquellos quienes abanderen proyectos para fortalecer la paz de modo que la corrupción y el oportunismo político no contaminen más la historia de los mecanismo de participación ciudadana y la construcción de sociedad que todos queremos. Agradezco su invitación a despertar conciencia y hacer la paz en nuestro interior.
ResponderBorrarEstimado Francisco, gracias por tus reflexiones. Expresa algo que todos queremos: una sociedad libre de corrupción y oportunismos, que pueden ser políticos pero que también religiosos y de otras índoles, porque es la lamentable situación psicológico de la “civilización” que hemos montado, que más que ‘civilización’ es in-civilización y barbarie, es decir, hemos construido una civilización bárbara que se llena la boca de bellas palabras, pero de acciones inhumanas. Despertando conciencia y haciendo paz interior, nos convertimos en un foco de conciencia y paz en nuestro entorno inmediato y ayudamos a la humanización de una manera natural y espontánea.
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