Por Jorge Eduardo Medina Barranco
9 de enero de 2014, Breña Baja, Tenerife - España
Estamos en un año nuevo, 2014, y ¿qué ofrece de nuevo éste
año para ser más humano? Sin ponerme pesimista, porque hay solución, diré que:
Los judíos confiesan que vuelven a tener miedo. Algunos
gitanos van a colegios segregados. Europa se reencuentra con el odio racial y
religioso.
Cinismo es la desvergüenza o descaro en el mentir. También
podríamos haber titulado el artículo como ‘La Hipocresía humana’, porque
hipocresía es el fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente
positivos, contrarios a los que se experimentan, es decir, mentir
descaradamente.
El reciente funeral por la muerte de Mandela ha servido de
escenario para que esta lacra social del cinismo y la hipocresía hayan tenido
un perfecto escenario mundial para exhibir sus desvergüenzas. Todo Sudáfrica y
un centenar de jefes de Estado y de Gobierno despidieron a Nelson Mandela, el
hombre que derrotó al apartheid, con una ceremonia que se celebró en el estadio
Soccer City de Soweto el día 10 de diciembre de 2013.
Y no es solo que el presidente Obama haya recordado que
sigue habiendo presos de conciencia y que en el mundo haya demasiados líderes
que manifiestan solidaridad con la lucha que libró Madiba "pero que no
toleran la disidencia de su propio pueblo", sino que todos los dirigentes
europeos, sin excepción, han glosado los méritos de Nelson Mandela. Muchos
pronunciaron frases brillantes y asistieron a los funerales del hombre que
venció al odio racial y al apartheid. Y sin embargo en la Unión Europea, donde
la crisis no termina, el paro afecta a 25 millones de personas y hay 80
millones de pobres, la xenofobia y el racismo no dejan de aumentar.
La segregación (apartheid) en las escuelas es un problema
que afecta a toda Europa del Este. Y emerge como el símbolo de un mal mayor que
recorre ya todo el continente: el odio a las minorías, con los gitanos, los
árabes, los judíos y los negros como comunidades más perseguidas. En la Europa
occidental, en Holanda, Austria, Francia, Bélgica o Reino Unido, el poder
político lleva algunos años tratando de convencer a sus pueblos que las exiguas
minorías gitanas son responsables de la crisis, o de la gestión de la crisis.
Ha comenzado a convertirse en una seña de identidad europea
el apartheid económico y racial y el odio al diferente en muchos de los 28
países de la UE, incluida mi querida España. El fenómeno inquieta tanto a
algunos pensadores que el filósofo francés Christian Salmon ha escrito: “la
política está siendo devorada por la xenofobia inherente al sistema económico
neoliberal”.
En Europa los racistas han dado un paso al frente y han ocupado
las calles, las redes sociales y los medios. La ministra francesa de Justicia,
la guyanesa Christiane Taubira, de raza ‘negra’, ha sido comparada con un mono
por una excandidata del Frente Nacional, por una niña de 12 años en una
protesta contra el matrimonio gay y por una revista de extrema derecha, todos
de raza ‘blanca’.
El portavoz de la Unión de Estudiantes Judíos de Francia
(UEJF), Elie Petit, comenta: “El discurso antisemita se ha legitimado y corre
libre por las redes sociales”. Antes de la II Guerra Mundial había este mismo
discurso. Parece que Europa está volviendo a su pasado más oscuro.
Volviendo al discurso de Barack Obama, también aludió al
carácter inspirador de Nelson Mandela en su propia persona: “Hace treinta años,
cuando todavía era un estudiante, aprendí sobre Nelson Mandela y la lucha que
acontecía en estas bellas tierras. E inspiró algo en mí. Me despertó para tomar
conciencia de mis responsabilidades, hacia otros y hacia mí mismo, que me
embarcó en un viaje inimaginable que me ha traído hasta aquí hoy. Y aunque me
quede muy lejos del ejemplo de Madiba, él me hace querer ser una mejor
persona”. “Sudáfrica nos enseñó que podemos elegir un mundo donde no haya
conflicto, sino justicia y paz". Citó a continuación una de las célebres
citas del icono de la lucha contra el "apartheid": 'Soy el dueño de
mi destino, soy el capitán de mi alma’.
¿Qué nos hace más
humanos?
Hacerse más humano es erradicar de nuestro psiquismo las
funciones egoicas que nos reducen a comportamientos inhumanos. El racismo, la
xenofobia, el cinismo, la hipocresía, no son valores humanos, son inhumanos.
Pienso que de todas las lecciones y legados que nos deja Mandela, la más
importante y más difícil de seguir es la del PERDÓN.
Aprender a perdonar es
querer ser una mejor persona; es hacernos más humanos. Y ello solo es posible
mediante un proceso educativo que despierte en nosotros la conciencia de que
todos somos humanos, independientemente de razas, religiones, lugar de origen o
cualquier otra condición: hacernos más humanos exige un esfuerzo personal de
cambio, ser el dueño del propio destino y capitán de nuestra alma, tomar
conciencia hacia otros y hacia sí mismo.
Los valores humanos no se heredan genéticamente, se
construyen con el propio esfuerzo. Si quieres que el mundo cambie, cámbiate a
ti mismo. Todo lo demás es falacia, autoengaño, sofismas del ego.
Que en este año 2014 mis amables lectores
trabajen sobre sí mismos para erradicar de su psiquismo los comportamientos
egoicos y florezcan las más nobles cualidades humanas en su corazón, trayendo
paz y prosperidad a sus vidas y a la de todos los seres, y así consigamos un
mundo más humano.
Aunque duela reconocerlo, es una gran verdad. La hipocresía, el cinismo, el engaño descarado y abierto, la violencia social creciente, son experiencias que actualmente se viven a diario. Hay mucho por hacer de humano y positivo. Que la misericordia de Dios sea con todos.
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